Aquellas organizaciones que analizan cómo ahorrar en oficinas, deberían prestar atención a su sistema de iluminación. Y es que, en las en este tipo de instalaciones, la iluminación es uno de los principales consumidores de energía, por lo que mejorar su eficiencia energética puede llegar a suponer un importante ahorro para las empresas.
¿Cómo ahorrar en oficinas y disfrutar de las mismas prestaciones?
Para contar con una iluminación más eficiente, ¿habrá que sacrificar el nivel de confort de iluminación de las instalaciones? La respuesta es que NO.
Mejorar la eficiencia energética de las oficinas no implica disminuir sus prestaciones en cuanto a confort o calidad de la iluminación.Muy por el contrario, realizar un diagnóstico de la situación para determinar qué aspectos se pueden mejorar para contar con un sistema de iluminación más eficiente puede incluso llegar a incrementar el confort de quienes utilizan la oficina, pero realizando un consumo energético menor.
Lo mejor en estos casos es contar con expertos de experiencia cualificada en el sector de la eficiencia energética, como las empresas de servicios energéticos (ESE), capaces de ofrecer soluciones adaptadas a cada caso concreto.
Factores que influyen en la eficiencia energética de oficinas
Entonces, para saber cómo ahorrar en oficinas gracias al sistema de iluminación, ¿qué elementos y procesos de trabajo se verán afectados?
Generalmente, la eficiencia de la iluminación en oficinas depende de tres factores:
- Cuál es el nivel de eficiencia energética de los componentes (lámparas, luminarias, equipos auxiliares).
- Cómo se utiliza la instalación. Es decir, cuáles son los horarios y pautas de utilización por parte de los usuarios, si se utilizan sistemas de regulación y control, y hasta qué punto se aprovecha la iluminación natural.
- Cómo se realizan las labores de mantenimiento, sobre todo la limpieza y la reposición de lámparas.
Recomendación 1: Instalar componentes de alta eficiencia energética
La Unión Europea, con una dependencia energética exterior superior al 50%, cada vez es consciente de la necesidad de evitar el derroche energético.
Recientemente ha entrado en vigor la normativa europea de fabricar nuevas unidades de focos halógenos; una tecnología más ineficiente y contaminante en comparación con otras como el LED. De momento se puede comprar el stock producido, pero definitivamente esta tecnología de iluminación quedará fuera del mercado europeo en 2018.
Afortunadamente, no será necesario cambiar las lámparas donde se insertan las bombillas ya que pueden encontrar su equivalente en una tecnología más eficiente como el LED.
Recomendación 2: Aprovechar la luz natural
Sacar el máximo provecho de la luz natural puede generar un importante ahorro energético. Generalmente, este factor se suele tener en cuenta en el momento de construir el edificio.
Para edificios ya construidos, una buena manera de sacar el máximo partido de la luz natural puede ser instalar sensores de luz o fotocélulas capaces de regular automáticamente el alumbrado artificial en función del aporte de luz natural. Estos sistemas pueden lograr ahorros de hasta el 60% y conviene instalarlos sobre todo en las luminarias próximas a las ventanas y, de manera más atenuada, en el resto.
Recomendación 3: Apostar por sistemas de regulación y control
La función de los sistemas de regulación y control es aprovechar al máximo la energía consumida. Estos dispositivos apagan, encienden y regulan la luz mediante horarios preestablecidos, detectores de movimiento, etc.
Se calcula que se puede lograr un ahorro energético de hasta el 70% instalando este tipo de dispositivo. Y es que, si se utilizan de manera adecuada, estableciendo circuitos independientes que permitan regular la iluminación en función de las necesidades de cada zona, los mecanismos de regulación y control suponen una importante mejora en el consumo energético del edificio.
Recomendación 4: Realizar un correcto mantenimiento de las luminarias
Es importante realizar un mantenimiento periódico del sistema de iluminación que asegure su óptimo funcionamiento.
La limpieza es fundamental para garantizar un nivel adecuado de iluminación ya que con el tiempo la suciedad se deposita sobre ventanas y luminarias, lo que contribuye a una disminución en la calidad de la iluminación.
Igualmente, es conveniente sustituir y arreglar las lámparas y luminarias que, con el paso del tiempo, hayan dejado de funcionar de manera adecuada, o que hayan superado la vida útil recomendada por el fabricante.
Recomendación 5: Concienciar a las personas que trabajan en el edificio
Si se quiere ahorrar energía y mejorar en eficiencia energética, ¿por qué no implicar a las personas que trabajan en el edificio?
Crear una cultura de “eficiencia energética” que informe a las personas por qué es importante mejorar en eficiencia energética y tratar de buscar su colaboración es importante si se quieren lograr ahorros energéticos.
¿Qué cosas pueden hacer las personas a nivel individual para mejorar la eficiencia energética de las oficinas en las que trabajan?
- Si la iluminación natural es suficiente, apagar la iluminación artificial.
- Si una sala va a quedarse vacía, apagar las luces.
- Si van a hacer uso de un espacio, deberán utilizar la iluminación que sea necesaria, evitando encender aquellos espacios/estancias que no vayan a utilizarse o que no sea necesario iluminar.
- Si detectan alguna necesidad de iluminación nueva o mejoras que se pueden aplicar, que lo comuniquen a la persona o departamento correspondiente, de forma que se puede valorar como elemento de mejora continua.