Individualización del consumo
Optimiza tu confort térmico con la individualización del consumo, mejorando la eficiencia energética y el ahorro en calefacciones centralizadas.
El confort térmico se define como la condición en la que el usuario siente satisfacción respecto al ambiente térmico en el que está. Sin embargo, no todos nos sentimos cómodos con la misma temperatura, ni todas las viviendas tienen las mismas características.
Llevar a cabo una individualización del consumo en un sistema de calefacción centralizado, no sólo es posible, sino que además reporta muchos beneficios a los usuarios: desde elegir la temperatura que quieren tener en cada estancia de la casa, hasta apagar la calefacción cuando están fuera. Es decir, mejora de confort y ahorro.
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El repartidor de costes es un pequeño dispositivo que se coloca en la superficie de los radiadores de la vivienda y que permite medir lo que consume cada radiador, de forma que cada vecino pague sólo lo que consume.
Las válvulas con cabezal termostático son válvulas que, instaladas en los radiadores, permiten su regulación automática, manteniendo la temperatura constante deseada en cada habitación. Si se producen cambios de temperatura, el cabezal reacciona automáticamente abriendo o cerrando la válvula para mantener la temperatura constante.
Empleando repartidores de costes, dispositivos que, colocados en el radiador, miden dos temperaturas: la de la superficie del mismo y la temperatura ambiente de la estancia, calculando el consumo con estos datos y en base a las características y tamaño del radiador. Toda esta información se transmite de forma automática a una centralita, sin necesidad de acceder mensualmente a la vivienda ni molestar a los usuarios.
Según la Directiva 2012/27/UE de eficiencia energética, antes del 31 de diciembre de 2016, toda instalación térmica que dé servicio a más de un usuario dispondrá de algún sistema que permita el reparto de los gastos correspondientes a cada servicio (calor, frío y agua caliente sanitaria) entre los diferentes usuarios.
Este punto de la Directiva se traspuso al ordenamiento jurídico español el 4 de agosto de 2020 gracias a la aprobación del Real Decreto 736/2020, de 4 de agosto, por el que se regula la contabilización de consumos individuales en instalaciones térmicas de edificios.