La domótica tiene múltiples beneficios, entre ellos que permite gestionar de forma centralizada, incluso a distancia, diferentes elementos del hogar (iluminación, persianas, sistemas de calefacción y climatización, dispositivos de seguridad…). De ese modo, el usuario puede adaptar el funcionamiento de todos esos sistemas a las necesidades reales de ocupación de la vivienda. Más allá de la comodidad que todo ello puede suponer, la domótica es un gran aliado a la hora de ahorrar energía en el hogar.
Concretamente, con respecto a la climatización, la domótica permite ahorrar energía gracias a varios factores:
- Regulación de los sistemas de calefacción/climatización. Gracias a un sistema domótico es posible regular la temperatura de la vivienda en función de la hora del día, la zona de la casa o la presencia de personas. Buena muestra de ello son sistemas como Evohome de Honeywell, que ofrece Remica a viviendas con calefacción central en las que se ha individualizado el consumo, donde cada vecino puede regular la temperatura de su hogar.
- Máximo aprovechamiento de la energía solar. El usuario puede sacar el máximo partido de los beneficios de la luz solar gracias a un sistema de control automático que regule de forma ‘inteligente’ la apertura y cierre de persianas y cortinas.
- Cierre automático de ventanas. Los sistemas domóticos detectan si las ventanas están abiertas mientras funciona el sistema de climatización, y envían una alerta para corregir dicha situación, evitando así el despilfarro energético.
- Sistemas centralizados de regulación y control. Permiten realizar un mantenimiento regular de las instalaciones y avisar en caso de que se produzca una avería, llegando a cortar el suministro si fuera necesario.
- Monitorización de consumos energéticos. Los sistemas domóticos incorporan funcionalidades que les permiten monitorizar los consumos de energía térmica, así como los de agua, electricidad, etc. De esa forma, el usuario puede conocer de dónde procede su mayor consumo energético y corregirlo si fuera necesario. Al monitorizar los consumos energéticos es más sencillo detectar posibles averías y malos funcionamientos.
En definitiva, la domótica aplicada a la climatización del hogar es una poderosa herramienta que, bien utilizada, puede contribuir a adaptar el funcionamiento de los sistemas a las necesidades térmicas reales de los habitantes de una vivienda, lo que genera un ahorro de energía importante.
Hay que tener en cuenta que, por ejemplo, un aparato de aire acondicionado que esté funcionando a una temperatura de tan sólo un grado menos de lo necesario, aumenta el gasto de energía entre un 8% y un 10%. Un derroche energético que es fácil de corregir gracias a los sistemas domóticos.
Fuente: Guía “Cómo ahorrar energía instalando domótica en su casa”
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