La climatización y ventilación del hogar es un tema que a menudo provoca muchas dudas en los usuarios, especialmente en verano. En este artículo respondemos a las más comunes y te damos prácticos consejos para lograr un consumo de energía eficiente en estos meses de calor sin que tengas que renunciar al confort.
¿Por qué hay que ventilar?
Es una de las preguntas más repetidas cuando se habla de ventilación natural, es decir, aquella que no necesita la intervención de factores mecánicos ni un aporte de energía para conseguir la renovación del aire. Y es que ventilar nuestra vivienda contribuye de manera positiva a nuestra salud al mejorar la calidad del aire.
“Es necesario ventilar para evitar que la humedad y las sustancias nocivas se acumulen en el interior de las viviendas, con el fin de mantener el nivel de salubridad y de confort olfativo de sus ocupantes” así queda reflejado en la Guía de renovación de aire eficiente en el sector residencial publicada por FENERCOM.
Gracias a la ventilación se renueva el aire de los espacios interiores, el aire fresco del exterior acaba con las posibles bacterias, hongos o ácaros que se pueden acumular en alfombras o superficies, así como del resto de olores producidos en la vivienda.
Los expertos recomiendan un tiempo mínimo de ventilación de diez minutos. Y es que en la ventilación no solo es importante el cuánto sino el cuándo. En verano especialmente, se recomienda ventilar en las horas de menos calor, es decir a primera hora del día o por la noche, cuando la temperatura exterior es más baja.
La ventilación natural es una alternativa sostenible a los sistemas de refrigeración como el aire acondicionado. Apostar por ella reduce el consumo energético de los edificios y mejora la calidad del aire en el interior de las viviendas.
¿A qué temperatura es más eficiente fijar el sistema de refrigeración?
En zonas cálidas no siempre es posible lograr una temperatura confortable en el interior de los hogares con la ventilación natural. El sistema de climatización rey en verano es el aire acondicionado, aparato que no está exento de polémica debido a la temperatura que hay que establecer. El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) recomienda en su Guía Práctica de la Energía establecer en el hogar la temperatura de refrigeración del aire acondicionado en 26 grados.
Fijando una temperatura razonable dentro de nuestro hogar lograremos múltiples beneficios como un aumento de confort en la vivienda, ahorro energético y económico y también evitaremos los perjudiciales cambios bruscos de temperatura al salir al exterior.
Consejos para una climatización y ventilación eficiente
- No ajustes una temperatura más baja de lo normal: así queda patente en la Guía Práctica de la Energía publicada por IDAE, pues de esta manera no se conseguirá que la casa se enfríe más rápido y sin embargo, se provocará un consumo excesivo e innecesario de energía.
- Mejora el aislamiento de tu vivienda: es una parte fundamental no solo para el confort del hogar, sino que también influye en la factura energética. Puedes disponer de un sistema de refrigeración eficiente y ayudarte de la ventilación natural para mejorar la calidad del aire, pero si el edificio cuenta con un aislamiento deficiente se despilfarra energía.
- Comprueba la eficiencia energética de tus equipos: tanto si dentro de casa cuentas con un sistema individual de aire acondicionado, como si el sistema de refrigeración es comunitario, es fundamental que sea un equipo que garantice el mínimo consumo de energía y, al mismo tiempo, garantice el confort que necesitan los usuarios.
- Instala toldos, pérgolas y persianas: esto ayudará a reducir la temperatura de las viviendas gracias evitar la incidencia directa del sol. Así, será necesario un consumo energético menor para lograr una temperatura confortable dentro de casa.
- Déjate asesorar: contacta con expertos. En Remica Servicios Energéticos contamos con más de tres décadas de experiencia en el sector de la gestión de instalaciones térmicas. Nuestros consultores energéticos darán con la solución que mejor se adapte a su caso concreto, siempre apostando por la sostenibilidad y la máxima eficiencia energética de las instalaciones. Puedes ponerte en contacto con nosotros en el 91 396 03 00 o escribirnos a remica@remica.es. ¡Estaremos encantados de atenderte!