Los radiadores son los emisores de calefacción más frecuentes en los hogares. Como cualquier dispositivo, es necesario realizar unas labores rutinarias de mantenimiento y limpieza, y también seguir unas pautas para que funcionen de manera óptima.¡Si quieres saber más, sigue estas recomendaciones para sacarles todo el partido y ahorrar energía!
1. Purgar los radiadores antes de la temporada de calefacción
Durante los meses en los que el sistema de calefacción ha permanecido inactivo es frecuente que se hayan creado bolsas de aire que es necesario expulsar. Si no se hace, los radiadores no calentarán adecuadamente y no se llegará a la temperatura de confort deseada por el usuario, a pesar de consumir un gran volumen de energía.El purgado de radiadores de calefacción es una operación sencilla pero ¡recuerda!, si vives en un edificio con calefacción central (donde una sala de calderas proporciona servicio a todas las viviendas del edificio) el purgado de los radiadores influye en el conjunto de la instalación. Por eso es conveniente asegurarse que todo ha salido correctamente. En caso de no estar seguros se debe contactar con el mantenedor de la instalación de calefacción central ya que una mala manipulación del circuito puede repercutir en las distintas viviendas del edificio.Para purgar los radiadores, estos son los pasos que deben darse:- Gira la válvula de purgado y esperar a que salga agua, momento que indica que el aire ha sido expulsado del todo. Es conveniente que antes coloques un recipiente bajo la llave para evitar que salta el agua y pueda mojar el suelo.
- Lo mejor es que utilices un destornillador para abrir la llave. Una vez se vaya abriendo es cuando comienza a salir aire y agua, no de manera continua, por lo que hay que dejar que salga el agua de manera seguida, eso significa que el aire está ya fuera.
- Cuando eso suceda, y salga el agua de manera continua, es el momento de cerrar la llave. Para ello, hay que girar la llave en sentido inverso ya que el aire habrá sido expulsado del radiador.
- Repite la misma operación en el resto de radiadores siguiendo el flujo del agua dentro de la vivienda.
2. Limpieza regular
El mantenimiento de los radiadores es una tarea sencilla, ya que apenas requieren cuidados, pero sí que estén limpios, libres de polvo y suciedad.- Para limpiar un radiador, es fundamental que esté apagado y frío para evitar quemaduras.
- Un consejo útil es, antes de iniciar la limpieza, colocar trapos o papel para evitar que se ensucie el suelo o los muebles cercanos.
- El polvo superficial se puede quitar con un plumero o una aspiradora. Y la suciedad se puede eliminar con un paño humedecido y secar posteriormente.
- Conviene aprovechar las tareas de limpieza de los radiadores de calefacción para ver si existiera alguna rotura y grieta y, en caso de ser así, avisar al servicio técnico.