Sea verano o invierno el consumo energético que realizamos en los hogares no se detiene. Cuando no es la calefacción es el sistema de refrigeración, los diferentes electrodomésticos o las ocasiones especiales en las que se nos llena la casa de gente. Por eso, en este artículo te traemos algunos consejos para ahorrar energía en casa, útiles para cualquier época del año.
Usar bombillas de bajo consumo
Las bombillas de bajo consumo gastan hasta un 80% menos, duran 8 veces más y reducen a una cuarta parte la generación de calor comparándolas con las lámparas incandescentes. Con estos beneficios merece la pena invertir en ellas pese a que su precio es superior a las tradicionales, a la larga se verá recompensado con el ahorro energético que supone su uso.
Elegir electrodomésticos clase A o superior
A la hora de comprar un electrodoméstico debemos plantearnos, a parte de su estética, la marca o el estilo, su eficiencia energética. A igualdad de prestaciones, un aparato electrodoméstico de clase A consume un 70% menos energía que uno de clase G.
Cada grado en la calefacción cuenta
La calefacción y la producción de agua caliente sanitaria representan en torno al 60% de la energía consumida en una vivienda. Por eso, tenemos que ser conscientes de que por cada grado que aumentamos la temperatura de forma innecesaria, incrementa el consumo de energía entre un 7% y un 10%. La temperatura recomendada en la vivienda en invierno es entre 21ºC y 23ºC, salvo en los dormitorios, que oscila entre 19ºC y 21ºC.
En la refrigeración cada grado también cuenta. En verano la temperatura recomendada es de 25ºC en el interior de los hogares. Por todo esto, no es energéticamente sostenible estar en casa en pleno agosto con una chaqueta ni en diciembre con manga corta.
Mejorar el aislamiento de la vivienda
Otro punto muy importante, y que a menudo pasa inadvertido cuando hablamos de ahorro de energía es el aislamiento. Mediante la colocación de burletes en puertas y ventanas podemos evitar las pérdidas de calor en invierno y las pérdidas de frío en verano. De esta manera haremos nuestro hogar más confortable. La Fundación de la Energía de la Comunidad de Madrid (FENERCOM) en su guía sobre aislamiento, afirma que cuando no se cuenta con un buen aislamiento térmico, la demanda de energía es mayor y, por tanto, también lo es el gasto.
No cubrir los radiadores
No se suele prestar atención a este punto, pero habría que evitar poner objetos delante de los radiadores como por ejemplo muebles o cubreradiadores. De esta manera el calor se distribuirá mucho mejor por la estancia, aumentando el confort y evitando la pérdida de energía que se produciría si ponemos obstáculos obstruyéndole.
Ventilar 10 minutos
Tanto en invierno como en verano es recomendable renovar el aire de la vivienda una vez al día. Diez minutos es tiempo suficiente para permitir que circule y se renueve sin que se escape demasiado calor en invierno y el fresquito en verano. Se recomienda siempre hacerlo a primera hora de la mañana, en invierno antes del encendido de la calefacción y en verano porque las temperaturas son más frescas.
Apostar por el lavavajillas y la lavadora
El uso del lavavajillas supone hasta un 40% menos de agua y un 10% menos de energía que lavar los platos a mano. Eso sí, al igual que ocurre con la lavadora, se debe procurar que estén siempre llenos, para ahorrar la máxima energía posible.
Ahorrar energía también en la comunidad de vecinos
El ahorro energético no se limita al hogar, sino que excede sus puertas y alcanzando a toda la comunidad de vecinos (ascensores, calderas centralizadas, electricidad de las zonas comunes…etc.), ya que el gasto también va a cargo de nuestro bolsillo. Gracias a una adecuada gestión y mantenimiento energético del edificio la Agencia Andaluza de la Energía cifra este ahorro en un 20% aproximadamente.
Recurrir a una empresa de eficiencia energética como Remica, con más de tres décadas de experiencia en el sector, puede significar una notable reducción en los costes energéticos así como un aumento de confort en los servicios comunes de una comunidad de vecinos.
Todos estos consejos para ahorrar energía son pequeños cambios en nuestro día a día que se traducirán en grandes beneficios para el medio ambiente y para nuestra economía doméstica.