Las empresas de servicios energéticos (ESEs) como Remica analizan las instalaciones de cada cliente para obtener el confort, ahorro y eficiencia energética que necesitan. Esto significa ofrecer todas las prestaciones que las organizaciones y las personas demandan en su día a día pero reduciendo el consumo energético.
Como resultado de mejorar la eficiencia energética de las instalaciones, las personas pueden desarrollar su actividad diaria a un coste menor, lo que incide positivamente en el bienestar de las familias y en la productividad de las empresas.
Pero apostar por la eficiencia energética como sociedad no tiene solo beneficios económicos, sino también sociales y ambientales, y es un poderoso instrumento para hacer frente a algunos de los principales retos a los que se enfrentan las sociedades desarrolladas en el siglo XXI. ¿A qué retos nos referimos?
Contribuye a generar nuevos sectores de actividad económica
Recientemente, la Comisión Europea ha presentado un nuevo paquete de medidas legislativas para impulsar una economía basada en energías limpias.
Actualmente, este paquete de medidas está pendiente de ser abordado por el Consejo y el Parlamento Europeo, pero en su versión inicial la Comisión muestra su convencimiento de que Europa está muy bien situada para convertirse en todo un referente internacional en energías limpias.
Para lograrlo, prevén necesaria la inversión pública y privada de 177.000 millones de euros al año a partir de 2021. Una inversión que daría sus frutos ya que “este paquete de medidas puede generar un aumento de hasta un 1% del PIB durante la próxima década y crear 900.000 empleos nuevos”, afirman.
Además de impulsar las energías limpias, la Comisión Europea también fija como una prioridad en su paquete de medidas la necesidad de mejorar la eficiencia energética de los edificios europeos, que actualmente consumen el 40% de la energía de la UE.
Logra una disminución de la dependencia energética
Más de la mitad de la energía que consume la Unión Europea procede del exterior. En España, este porcentaje es mayor y la dependencia energética del exterior es algo superior al 70%.
Lejos de reducirse, parece que la demanda de energía continuará aumentando, a menos que se pongan medios para remediarlo.
Las empresas de eficiencia energética son grandes aliados en esta lucha por disminuir esta dependencia de recursos externos. Así pues, mejorar el aislamiento térmico de las viviendas puede contribuir a terminar con el derroche energético hasta un 50%.
En edificios del sector residencial, cambiar la caldera e instalar una caldera de condensación y optar por individualizar el consumo (instalar válvulas termostáticas en los radiadores y repartidores de costes) puede ofrecer ahorros energéticos de hasta el 40%, según un estudio publicado en 2016 por Remica.
Son dos ejemplos de actuaciones que, acometidas por una empresa de servicios energéticos con sobrada experiencia en el sector, pueden generar importantes ahorros energéticos, además de un aumento de la sensación de confort.
Ayuda a frenar el cambio climático
Mejorando el nivel de eficiencia energética de la sociedad e impulsado la implantación de energías limpias se reduce la utilización de combustibles fósiles y, en consecuencia, se emiten menos toneladas de gases contaminantes a la atmósfera, causantes del cambio climático.
Precisamente el “cambio climático” es un problema cada vez más acuciante según el informe Previsión Medioambiental Global (GEO-6, en inglés), presentado por la ONU el pasado mes de mayo. La Organización de Naciones Unidas advierte de que los países deben actuar sin demora para frenar las consecuencias de este fenómeno. Y afirman que los efectos del calentamiento global se están manifestando más rápido de lo que se preveía.
Sobre las empresas de servicios energéticos
Las empresas de servicios energéticos (ESEs o ESCOs en terminología anglosajona), como Remica han cambiado radicalmente la forma de gestionar las instalaciones consumidoras de energía de los edificios.
Cuando se trata de crear o rehabilitar una antigua instalación, la ESE no solo diseña e instala medidas de eficiencia energética, además garantiza los ahorros, lo que supone una novedad. De hecho, la cuenta de resultados de una ESE se sustenta sobre todo en los ahorros energéticos comprometidos en el contrato.
Otra novedad que han introducido las empresas de servicios energéticos es que las ESE no son un proveedor, sino un colaborador del cliente ya que ambos buscan un resultado común y se benefician si se alcanzan los resultados proyectados. Y es que la remuneración de los servicios de una ESE debe basarse parcial o totalmente en los ahorros energéticos conseguidos.
Para más información sobre las empresas de servicios energéticos y su actividad, recomendamos la web de la Asociación de Empresas de Servicios Energéticos, ANESE.