España cuenta con 25 millones de viviendas y uno de los mayores parques de edificios obsoletos energéticamente. Se calcula que hay unas 2.000.000 viviendas en mal estado de conservación. Por ello, la rehabilitación energética de edificios puede suponer grandes beneficios para los usuarios de estas Comunidades de Propietarios ya que les permite un ahorro en el gasto energético, además de una reducción del impacto medioambiental.
Asimismo, la rehabilitación de los edificios supone ventajas para nuestra economía y para el bienestar de los ciudadanos ya que reduce la pobreza energética y la dependencia energética del exterior, genera empleo y, por tanto, se incrementa la producción y la actividad económica del país.
Con el fin de fomentar este tipo de intervenciones en los inmuebles, el Ejecutivo ha lanzado un programa de ayudas para la Rehabilitación Energética de Edificios existentes (Programa PAREER-CRECE), gestionado por el IDAE.
Aparte de las ventajas que este tipo de rehabilitación tiene para los usuarios, hay que tener en cuenta que también se trata de un requerimiento legal ya que la Estrategia de rehabilitación a largo plazo es una obligación que establece la Directiva 2012/27/UE de eficiencia energética. Los planes de rehabilitación deberán incluir todo “el parque nacional de edificios, residenciales y comerciales, tanto público como privado”.
Según el Plan Nacional de Acción de Eficiencia Energética (PNAEE 2014-2020), el parque edificatorio comprende 10 millones de edificios de los que 9,7 millones son de uso residencial y el resto terciario. El sector de los edificios representa el 30% del consumo final de energía, correspondiendo el 18% a las viviendas y el 12% al sector terciario. El parque edificado concentra un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Si deseas contar con más información sobre llevar a cabo una rehabilitación energética en tu comunidad, un profesional de Remica puede asesorarte sobre cuál es la mejor solución.