Las placas solares térmicas transforman la energía solar en calor que en edificios de viviendas puede ser utilizado para producir agua caliente sanitaria (ACS), calefacción, calentar el agua de piscinas, etc. Esto no solo resulta más ecológico (ya que a más energía producida a partir del Sol, menos energía fósil se consume para producir calor), sino que también contribuye a reducir el importe de la factura energética.
Las ventajas son muchas, aunque a menudo desconocidas para muchos usuarios.
“La (energía) solar térmica no es tan conocida como la solar fotovoltaica y es evidente que, con la radiación de la que disponemos en un país como España, no estamos haciendo un uso racional de esta energía”, afirmaba el director general de Industria de la Comunidad de Madrid en el prólogo de la Guía Energía Solar Térmica de la Comunidad de Madrid, publicado por Fundación de la Energía de la Comunidad de Madrid (Fenercom) en 2016.
Funcionamiento de las placas solares térmicas
El buen funcionamiento de las instalaciones de calefacción y/o ACS con placas solares térmicas depende de la interacción de varios componentes. “Para obtener el máximo rendimiento es necesario que el sistema de acumulación esté bien dimensionado, el circuito hidráulico bien equilibrado y aislado, los emisores escogidos para el rango óptimo de temperaturas de trabajo y todo ello completado con un sistema de captación de datos y control que gestione el funcionamiento de la instalación para obtener en todo momento la máxima cantidad de energía”, se explica en el prólogo de la guía de Fenercom.
Y añaden que también hay que tener en cuenta que estos sistemas suelen necesitar apoyo de “sistemas convencionales” ya que aprovechando lo mejor de cada tecnología se puede llegar “a la opción más eficiente y económica según el caso bajo estudio”.
Mantenimiento de las placas solares térmicas
Para que los sistemas basados en placas solares térmicas funcionen de manera óptima y produzcan el calor que demandan los edificios de viviendas es fundamental que se lleve a cabo un correcto mantenimiento.
En el 2016, se estimaba que aproximadamente el 30% de las instalaciones solares térmicas no funcionaban de manera adecuada. Una situación que, como señalaba el director de Industria de la Comunidad de Madrid en la guía de Ferercom, estaba “motivada porque en muchos edificios de viviendas estas instalaciones se han hecho solo con fines administrativos para cumplir el CTE (Código Técnico de la Edificación)”.
De ahí que cierto sector de la opinión pública haya arraigado la idea de que la solar “térmica no funciona”. Algo que no es cierto, ya que los problemas solo llegan cuando se produce una ausencia total de mantenimiento.
En manos de profesionales cualificados que las gestionen adecuadamente -y que realicen un adecuado mantenimiento- las instalaciones con placas solares térmicas generan grandes beneficios y ahorros energéticos considerables.
El ahorro del Sol
La energía solar térmica es limpia y renovable, lo que contribuye a reducir el efecto invernadero. Pero, ¿cuánto? Se calcula que, la instalación de dos metros cuadrados de placas solares térmicas en una vivienda unifamiliar durante un año puede evitar la emisión de tonelada y media de dióxido de carbono a la atmósfera*.
Gracias a las placas solares térmicas, las cubiertas y azoteas de los edificios dejan de ser lugares improductivos para proporcionar abastecimiento energético. Así, la factura procedente de la calefacción y el agua caliente sanitaria (ACS) se reduce y las viviendas se vuelven capaces de autoabastecerse de energía. Los beneficios traspasan la frontera de los hogares y también ayuda, a nivel nacional y europeo, a disminuir la dependencia energética exterior.
Usos más frecuentes de las placas solares térmicas
El uso más frecuente de las placas solares térmicas es el de contribuir a la generación de agua caliente sanitaria (ACS) tanto para su uso en viviendas residenciales como en instituciones o empresas.
Otro uso muy rentable de la energía solar térmica es su utilización para calentar agua en instalaciones deportivas con un gran volumen de agua como las piscinas, que además cuentan con un uso estacional coincidente con los meses de mayor radiación solar.
Servicio sin interrupciones
Las placas solares térmicas se utilizan de forma frecuente en edificios residenciales tanto comunitarios como unifamiliares. Si debido a un mal mantenimiento, este sistema no funcionara adecuadamente, en las viviendas se seguiría disfrutando de calefacción y/o agua caliente sanitaria.
Sin embargo, la energía utilizada para proporcionar calor sería menos sostenible ya que procedería del sistema convencional de apoyo, que a menudo utiliza energía fósil como el gasoil o el gas natural. Y esta situación también se notará en la factura energética, cuyo importe aumentará.
Para evitar esto, es muy importante contar con un mantenimiento óptimo de la instalación a cargo de profesiones y someterla a revisiones periódicas que pudieran detectar y solucionar con la mayor eficacia cualquier problema.
En Remica Servicios Energéticos contamos con más de tres décadas de experiencia gestionando instalaciones térmicas de todo tipo. Para más información, puede contactar con nosotros en el teléfono 91 396 03 00 o en el email remica@remica.es
*Datos extraídos de la Guía de la Energía Solar de la Comunidad de Madrid (Fenercom).