Las válvulas termostáticas son un elemento esencial en cualquier sistema de calefacción central que aspire a ser eficiente, cómodo y sostenible.
Estos dispositivos se instalan en los radiadores y permiten regular de forma automática la cantidad de agua caliente que circula por ellos, en función de la temperatura ambiente de la estancia donde se encuentran.
Gracias a este sistema de regulación individualizada, cada usuario puede ajustar la temperatura de su vivienda según sus necesidades y preferencias, sin tener que renunciar al confort o al ahorro energético. La válvula termostática detecta la temperatura de la habitación mediante un sensor y modula el caudal de agua caliente para mantener constante el nivel de calor deseado.
Ventajas de instalar válvulas termostáticas
El uso de válvulas termostáticas aporta múltiples beneficios, tanto desde el punto de vista del usuario como del conjunto del edificio. En primer lugar, contribuyen al ahorro energético. Según datos del IDAE y la Asociación Española de Repartidores de Costes de Calefacción (AERCCA), su instalación junto con repartidores de costes puede generar ahorros de hasta un 30 % en el consumo de calefacción en comunidades con sistemas centralizados.
Además, mejoran el confort térmico, ya que permiten adaptar la temperatura de cada estancia según el uso: no es lo mismo calentar un salón que un dormitorio o una cocina. También evitan situaciones de sobrecalentamiento y, con ello, la necesidad de abrir ventanas en pleno invierno.
Otra ventaja importante es su contribución al cuidado del medio ambiente. Reducir el consumo de energía implica menos emisiones de CO₂ a la atmósfera, lo que convierte a las válvulas termostáticas en una herramienta clave para la descarbonización del parque edificatorio.

Individualización del consumo: clave para la eficiencia energética
Las válvulas termostáticas están estrechamente ligadas a la individualización del consumo en instalaciones de calefacción central. Este proceso, que permite que cada vivienda pague por lo que realmente consume, es especialmente relevante en edificios cuya red de calefacción es en columna, y donde no es técnicamente viable instalar contadores de energía.
En estos casos, se recurre a sistemas de contabilización individual como los repartidores de costes, que se instalan directamente en los radiadores y miden la energía emitida. Las válvulas termostáticas complementan este sistema al ofrecer al usuario la capacidad de controlar su consumo y, por tanto, de gestionar su gasto energético.
Remica: soluciones integrales para calefacción eficiente
En Remica, sabemos que modernizar los sistemas de calefacción central es una inversión inteligente. Por eso ofrecemos servicios completos de individualización de consumo mediante la instalación de repartidores de costes y válvulas termostáticas, adaptados a las características técnicas de cada comunidad.
Además, tramitamos todas las ayudas y subvenciones disponibles, como las deducciones del IRPF o los incentivos asociados a los Certificados de Ahorro Energético (CAE). Nuestro objetivo es facilitar el acceso a tecnologías eficientes a coste cero, gracias a modelos como el Plan Remica Hybrid Coste Cero, que integra soluciones de aerotermia y energía solar fotovoltaica con las calderas existentes.
Apostar por válvulas termostáticas no solo permite a los usuarios ahorrar y mejorar su confort, sino que también es una medida alineada con los objetivos de eficiencia energética y sostenibilidad que promueve el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).
Si tu comunidad de propietarios está valorando la posibilidad de optimizar su sistema de calefacción central, contacta con nosotros. En Remica te ayudamos a dar el paso hacia una calefacción más justa, eficiente y respetuosa con el planeta.