Los antiguos sistemas de regulación y control han sufrido una gran evolución: desde un computador que supervisaba algunos controladores analógicos, hasta complejos sistemas de control que comunican e interactúan entre sí, interrelacionando múltiples procesadores y sistemas.
En el caso de las instalaciones térmicas, la telegestión es un valioso y complejo mecanismo de regulación y control. Permite comunicar Remica con las instalaciones para controlar todos los aspectos de fiabilidad del sistema y optimizar la eficiencia energética.
Un sistema sin telegestión es una especie de “isla automatizada”. Ante un problema solo se puede actuar de forma limitada ya que no ofrece datos de su “estado de salud”, ni avisa cuando se produce un funcionamiento que no se corresponde con los parámetros que se habían establecido.
En cambio, un sistema con telegestión que disponga de conexión con una sala de control ofrece un valor añadido ya que, de modo remoto, centralizado y en tiempo real permite actuar utilizando todo el potencial del Departamento de Telegestión para resolver incidencias.
Mantenimiento predictivo
En Remica, las personas que forman parte del equipo de telegestión están especializadas en tareas de supervisión y control. No solo se puede cambiar a distancia horarios de funcionamiento y temperaturas de consigna ambiente en función de las necesidades del sistema, sino que también se realiza un mantenimiento predictivo: utilizando los datos de control puede detectar fallos con el suficiente tiempo para programar las acciones correctivas pertinentes.
Pero, además, la telegestión ofrece grandes posibilidades cuando se quiere controlar el consumo energético. Permite conocer los consumos de energía en tiempo real, activando alarmas energéticas en caso de desviaciones sobre lo esperado. También posibilita analizar hábitos de comportamiento, estacionalidad y los distintos parámetros que repercuten en la factura energética de un edificio y aplicar mejoras de eficiencia energética.
¿Cómo controlar a distancia las instalaciones?
Controlar a distancia las instalaciones es un proceso complejo: es necesario crear, dimensionar e implementar unas comunicaciones que garanticen la adquisición de datos resolviendo cualquier incompatibilidad.
Sistemas SCADA
Para la detección, diagnostico, configuración y análisis se utilizan sistemas SCADA integrados en estaciones de trabajo. Se trata de aplicaciones encargadas de supervisar, controlar y generar informes, que presentan la información de manera gráfica, adquiriendo los datos de procesos remotos para de esta manera poder tomar decisiones apropiadas.
En la actualidad, y debido a las exigencias de compañías como Remica, estos sistemas han tenido que ampliarse dado que:
- El número de variables a controlar es muy alto.
- Las instalaciones están geográficamente distribuidas.
- La información se requiere en tiempo real.
- El conjunto de datos adquiridos debe ser procesado y analizado, generando un volumen muy alto de información.
Sala de control
El entorno de trabajo para canalizar los flujos de información a distintos usuarios o departamentos (clientes) y desarrollar las tareas de telegestión es la sala de control. Este entorno cuenta con múltiples estaciones de trabajo donde los operarios interactúan como parte integrante del sistema. Es el centro neurálgico, el “sistema nervioso central” formado por un equipo de profesionales altamente cualificados.
Estos sistemas antiguamente eran muy costesos y complejos, por lo que solo se justifican en los sectores industriales. Sin embargo, hoy en día esta tecnología se ha podido adaptar al sector residencial de modo que se ha convertido en una herramienta que nos permite “estar cerca” de las instalaciones de los clientes, actuando y aplicando acciones correctivas incluso antes de que el cliente llegue a percibir un fallo de la instalación.
La telegestión es un “elemento diferenciador”
En resumen, las diferencia de trabajar con sistemas que trabajan de manera local donde los tiempos de respuesta son lentos e implican desplazamientos frente a sistemas que pueden trabajar de manera remota, en tiempo real y con un equipo que trabaja las 24 horas hacen de la telegestión un elemento diferenciador en las instalaciones.
Los principales beneficios de una instalación telegestionada son:
- Facilita la toma de decisiones tanto operativas como gerenciales.
- Ahorra en costes de operación y transporte.
- Controla la seguridad, el confort y la energía.
- Detecta los problemas de manera temprana.
- Contabiliza energía en tiempo real.