En un hogar mirar el termostato de calefacción es uno de los gestos que se repite durante la época de frío. Numerosas campañas nos indican la temperatura a la que debe mantenerse, y ahora que llega el verano ocurre lo mismo, la temperatura siempre es objeto de debate ya que el determinar la temperatura de confort depende de factores como la actividad que estamos realizando en ese momento, cómo vayamos vestidos o qué hemos comido.
¿Para qué sirve una instalación de climatización?
Según señala el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), una instalación de climatización sirve para atemperar el aire que nos rodea en un espacio cerrado aportando calor o frío y facilitar, con ello, de forma confortable la transferencia térmica de nuestro cuerpo con el ambiente, al que cederemos o del que captaremos calor en función de nuestra actividad y nivel de energía interna, alcanzando nuestro equilibrio térmico sin llegar a sudar o pasar frío.
¿Cuál es la función del termostato?
Un termostato de calefacción o climatización es un elemento de regulación y control que permite programar la temperatura ambiente.
De ese modo se puede alcanzar la temperatura exacta que necesitan las habitaciones (ni más alta ni más baja), de modo que las personas obtienen el confort que necesitan sin que se produzca un derroche energético.
O, dicho en otras palabras, el termostato impide que la temperatura suba o baje de lo que se haya prefijado. Para lograrlo, regula automáticamente la fuente de frío o calor a la que está conectado.
También pueden instalarse cronotermostatos (una clase de ‘termostatos’ técnicamente más sofisticados), que permiten controlar la temperatura por horas, y programar su puesta en marcha y apagado con gran precisión.
¿Tan importante es un grado más o un grado menos?
Como refleja la campaña que ha puesto en marcha el IDAE los grados que marquemos en el termostato de calefacción o de aire acondicionado sí importan. Las acciones que llevamos a cabo con nuestro termostato pueden repercutir en el hábitat y fauna de la naturaleza.
Los efectos del cambio climáticos están a la orden del día y nuestras acciones cotidianas influyen en que las consecuencias del mismo sean de mayor o menor grado. La sola decisión de subir o bajar un grado centígrado en el caso de la calefacción, hará que los consumos energéticos de nuestro hogar puedan verse incrementados respecto al consumo total, lo que implica un mayor coste económico y medioambiental. De hecho cada grado centígrado que se reduzca en la temperatura de la calefacción puede conseguir un ahorro del 7% del consumo.
Hacer un uso responsable del termostato de calefacción es una ventaja de cara al ahorro que genera en la factura de cada mes. El IDAE subraya en su nueva campaña www.pequenosgestos.es que el termostato, pero en este caso del aire acondicionado debe usarse con cabeza ya que por cada grado que subes, reduces un 8% de consumo de energía. De esta manera, si en vez de poner el aire acondicionado a una temperatura de 21 grados centígrados la fijáramos a 24 podríamos ahorrar cerca de un 24% de energía.
¿Puedo cambiar mi termostato de calefacción en verano?
Han llegado las vacaciones y además de los viajes, es hora de hacer mejoras en el hogar y por qué no, intentar reducir la factura de cara a la época de frío. Optar por un termostato de calefacción digital inteligente puede ser una de las opciones.
Gracias a los termostatos de calefacción inteligentes el mundo de la calefacción se ha unido a la domótica y ha puesto en manos del usuario nuevas herramientas que hace años no existían para poder ahorrar calefacción. Al mercado han llegado termostatos de calefacción que van más allá de la ruleta que gira para indicar la temperatura deseada. Los termostatos de hoy en día tienen diseños innovadores, son digitales y ofrecen una gran variedad de programación y funcionalidades clave para optimizar el ahorro de calefacción entre las que se encuentra regular la temperatura a golpe de clic. Una de las características más prácticas de los termostatos de calefacción digitales es que permiten que sean programados de forma inalámbrica a través de conexión WIFI y nos permiten controlar la calefacción a distancia a través de dispositivos móviles como una tablet o un Smartphone.
Haciendo balance de los hábitos hay un gran número de personas que al salir de casa dejaban la calefacción puesta, de hecho un estudio publicado sobre hogares conectados asegura que la cifra alcanza el 40% de españoles. Sólo cuatro de cada diez españoles la apaga.
El estudio realizado por la empresa Tyco Intractive Security señala que el 71% de los españoles encuestados piensa que podría ahorrar mucho en calefacción sin mermar su comodidad, y si pudiera encenderla solo cuando va a estar en casa.
Es importante conocer si el tipo de instalación que hay en su edificio permite instalar este tipo de termostato en su vivienda. Para ello consulte siempre con un profesional o el responsable de su instalación.
Recuerda:
– En verano la temperatura a 24 grados y en invierno el termostato de calefacción debe fijarse entre los 20-21 grados según IDAE.
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