¿Qué es una válvula termostática y cuál es su función en una instalación de calefacción central? Descúbrelo de manera fácil y sencilla gracias estas frases que hemos recopilado en este artículo.
La válvula es ‘quien manda’ en el radiador
Insertadas en los radiadores, las válvulas son llaves de paso cuya función es regular el caudal de agua caliente que entra en el radiador: a más caudal, más emisión de calor y también más consumo de energía.
Se calcula que por cada grado centígrado de más al que se pone la calefacción, se consume hasta un 10% más de energía. Un derroche que se puede evitar si se utiliza la válvula para regular el caudal de agua y se ajusta a las necesidades reales de calefacción de la estancia que se pretende calentar.
Válvula termostática VS válvula manual: dos formas de regulación distintas
Las válvulas de radiador pueden ser de dos tipos: manuales y termostáticas. Estas son sus diferencias:
- Con una válvula manual la regulación la realiza el propio usuario de forma manual.
- Con una válvula termostática o válvula con cabezal termostático la regulación del caudal de agua del radiador se puede realizar de manera automática para obtener la temperatura de confort que desea el usuario.
Sí a las válvulas termostáticas, pero no en todos los radiadores de la vivienda
Si se instalara una válvula termostática en todos y cada uno de los radiadores que forman parte de la instalación de calefacción central y estos se cerrasen todos al mismo tiempo, la caldera que ofrece servicio de calefacción a todo el edificio se quedaría sin circulación. Esto produciría problemas de funcionamiento.
Por ello, la normativa actual recomienda instalar cabezales termostáticos en salones y dormitorios.
Una válvula termostática tiene dos partes
La válvula termostática puede dividirse en dos componentes:
- La válvula termostatizable. Se coloca en la entrada de agua del radiador, y puede ser de reglaje simple, de doble reglaje o dinámica. Remica no instala y desaconseja el uso de válvulas de simple reglaje ya que en algunos radiadores pueden producir histéresis muy altas (diferencias de temperatura de más menos dos grados centígrados).
- El cabezal termostático. Es el elemento sensible al calor que abre, cierra o regula el caudal de agua en el radiador en función de la diferencia entre la temperatura de la habitación y la temperatura que se desea alcanzar.
Las válvulas termostáticas son grandes aliadas contra el derroche energético
Gracias a que automatiza la regulación del caudal de agua en el radiador, la válvula termostática ofrece la posibilidad de mantener la temperatura de confort que necesita el usuario, sin tener este que estar pendiente constantemente de que no baje o suba demasiado la temperatura.
Esto es posible porque en una válvula termostática:
- El cabezal reacciona automáticamente cerrando el paso del agua caliente al radiador cuando la temperatura sube por encima de la deseada. De ese modo, el radiador se enfriará y no se consumirá más energía de la necesaria.
- En cambio, el cabezal abrirá el paso del agua al radiador cuando la temperatura sea más baja de la deseada, hasta alcanzar la temperatura de confort que necesita el usuario.
El cabezal termostático también se puede sustituir por uno electrónico
Los cabezales termostáticos son mandos giratorios con una numeración que corresponde con la temperatura deseada en la habitación. Gracias a ello, se puede llegar a ahorrar hasta un 25 por ciento de energía.
No obstante, si se quiere programar la temperatura con más precisión, en lugar de estos cabezales, también existe la posibilidad de incorporar cabezales termostáticos electrónicos. La diferencia con los cabezales termostáticos es que permiten programar con detalle el horario y la temperatura en cada habitación gracias a un teclado que se encuentra en el propio cabezal.
El equilibrado hidráulico es imprescindible
En instalaciones de calefacción central que vayan a instalar válvulas termostáticas:
- En primer lugar, es necesario instalar válvulas termostatizables (capaces de abrir y cerrar el caudal de agua) para sustituir las antiguas válvulas (que no tenían esta capacidad).
- De ese modo, se puede realizar un equilibrado hidráulico de la instalación, un proceso necesario para asegurar que todos los radiadores de la comunidad de vecinos calientan correctamente, evitando que haya vecinos que pasen frío.
- Gracias al equilibrado hidráulico se consigue una baja histéresis de funcionamiento. Es decir, que la temperatura de cada habitación sea la que el usuario desea tener, ni más alta ni más baja.