Hace pocos días, volvíamos a hablar de cómo pequeños gestos o pautas de conducta en el hogar pueden suponer un cambio importante en el consumo de energía que realizamos y, por tanto, en nuestra factura.
Además del importante gasto energético que supone la vivienda, debemos tener en cuenta otros datos, como el hecho de que el uso del coche particular, supone el 15% del consumo de energía (combustibles fósiles) total en España.
Por este motivo, usar el transporte público o compartir vehículo, supone un notable ahorro para el usuario, e implica además una notable reducción de las emisiones de CO2.
Pero también a la hora de conducir, podemos ser más eficientes:
- Manteniendo una velocidad uniforme, evitando frenazos y cambios de marcha innecesarios
- Utilizando marchas largas y conduciendo a bajas revoluciones
- Circulando con las ventanillas cerradas. Las ventanillas bajadas a una velocidad de 100 Km/h supone un aumento del 5% en el consumo
- Parar el motor si el coche va a estar parado más de uno o dos minutos
- Arrancar el motor sin pisar el acelerador
- Al bajar pendientes, levantar el pie del acelerador y aprovechar la inercia
- Mantener el aire acondicionado del coche entre 23 y 24º
En el momento de comprar un coche debemos tener en cuenta su calificación energética, y elegir un coche con una potencia adaptada a nuestras necesidades, ya que cuanto mayor es la potencia del coche, mayor es el consumo.
Más información: http://www.agenciaandaluzadelaenergia.es/ciudadania/ahorra/movilidad-transporte/buenas-practicas/conduccion-eficiente