En los edificios de viviendas de nueva construcción es obligatorio que cada vecino cuente con un contador individual que permita determinar su consumo de calefacción. En viviendas ya existentes, en cambio, si se quiere dar este paso es necesario instalar contadores o repartidores de costes.
Elegir uno u otro depende de criterios técnicos. Mientras los contadores se pueden instalar en instalaciones de calefacción central con distribución “en anillo”, los repartidores de costes se usan cuando la instalación consta de distribución “en columna”; es decir, cuando no existe unión entre los diferentes radiadores de las viviendas porque las tuberías generales de distribución están configuradas en columnas verticales que conectan de abajo a arriba los radiadores del edificio.
En las instalaciones del sistema de calefacción con distribución “en columna” no existe unión entre los distintos radiadores de las viviendas, por tanto, no es técnicamente viable instalar contadores. Por ello, se opta por colocar repartidores de costes en cada radiador de la vivienda.
1. Más ahorro en tu factura energética
¿Se puede ahorrar energía simplemente instalando repartidores de costes? La Asociación Europea de Repartidores de costes de Calefacción (EVVE) y la Asociación Española de Repartidores de costes de Calefacción (AERCCA) afirman que sí.
Según estudios publicados por ambas entidades, la instalación de un sistema que permita la contabilización individual de la calefacción puede llegar a producir ahorros de hasta un 30%.
2. Tendrás un hogar más eficiente y confortable
El ahorro energético aumenta si la instalación de los repartidores de costes se complementa con la colocación de válvulas termostáticas. Instaladas en los radiadores, las válvulas termostáticas permiten a cada vecino regular la calefacción en función de sus necesidades.
Muchos clientes que ya han individualizado su calefacción central con Remica Servicios Energéticos, instalando repartidores de costes y válvulas termostáticas, cuentan que al principio a algunas personas les “cuesta acostumbrarse” porque antes no tenían capacidad de abrir o cerrar sus radiadores en función de si iban a estar o no en casa. Pero, al cabo de un tiempo, es una solución que agradecen ya que han terminado con situaciones rocambolescas, como tener que abrir la ventana en pleno invierno por tener la calefacción central a una temperatura demasiado alta y no poder ellos intervenir de ninguna manera.
Ahora en cambio, como se paga en función del consumo, cada vecino es más consciente del derroche energético que todo ello suponía. Gracias a las válvulas termostáticas, pueden “abrir y cerrar” los radiadores en función de las necesidades de cada uno. Además, pagan según el consumo que realizan.
Las cifras también avalan el gran nivel de ahorro y eficiencia energética de los repartidores de costes. Según un informe realizado por Remica Servicios Energéticos, elaborado con datos obtenidos por la entidad certificadora TÜV Rheinland durante las dos últimas temporadas de calefacción (2013/14 y 2014/15), las comunidades de propietarios con sistema de calefacción central que renuevan sus viejas calderas por calderas de condensación e individualizan su sistema de calefacción (instalando repartidores de costes y válvulas termostáticas) logran, de media, ahorros energéticos anuales superiores al 40%.
3. Menos discusiones con tus vecinos
Gracias a los repartidores de costes, las cuentas en tu comunidad estarán mucho más claras. Cada propietario de una vivienda deberá hacer frente a costes fijos y costes variables. Pero, ¿cómo se reparten?
Los costes fijos de la instalación de calefacción (pérdidas de energía, mantenimiento, consumo eléctrico de la sala de calderas…) se reparten, sin tener en cuenta los consumos individuales, según el criterio que haya establecido cada comunidad de propietarios. Los costes variables, en cambio, se reparten proporcionalmente según el consumo individual que se haya realizado en cada vivienda.
4. Los repartidores de costes prácticamente no necesitan mantenimiento
Entre las grandes ventajas de los repartidores de costes destacan que son pequeños y muy sencillos de instalar. Normalmente, se colocan en el radiador mediante tornillos de sujeción, por lo que su instalación no necesita cables ni obras.
Los repartidores de costes son dispositivos electrónicos, que emiten las lecturas de consumo mediante ondas de radio y no es necesario que los técnicos entren en las viviendas para recabar dichos datos. Están protegidos contra intentos de manipulación, por lo que los datos que emiten son fiables, y, además, su batería se cambia cada diez años.
5. Contribuirás a la mejora del medio ambiente
Según datos del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía, recogidos por la OCU, una vivienda española gasta de media 990 euros al año en energía. El principal consumo se destina a la calefacción, que suele representar la mitad de todo el consumo y en una casa aislada situada en una zona fría puede llegar al 71%.
Instalar repartidores de costes y válvulas termostáticas, así como cualquier medida de ahorro y eficiencia energética adicional que evite derrochar energía (instalar calderas de condensación, mejorar el aislamiento térmico de la vivienda, etc.) supone un importante beneficio económico para las familias, pero también para el medio ambiente ya que, cuanta menos energía se desperdicie, menos emisiones de gases contaminantes llegarán a la atmósfera, lo que contribuye a que el aire de nuestros pueblos y ciudades esté menos contaminado.
¿Sabías que…?
En Europa, el uso del gas natural y el empleo de válvulas con cabezal termostático y repartidor de costes está generalizado desde hace más de cinco décadas.
Se calcula que existen aproximadamente 30 millones de viviendas europeas que utilizan repartidores de coste, lo que supone que existen unos 150 millones de dispositivos instalados.
¿Quieres más información?
¡Contacta con Remica Servicios Energéticos y te informaremos de todo lo que necesitas saber para individualizar el consumo de calefacción de tu comunidad de propietarios! Teléfono: 91 396 03 00 / email: remica@remica.es