Qué pasos se deben seguir para prevenir la legionela en instalaciones de aire acondicionado
La legionela es una bacteria cuyo nicho ecológico natural son las aguas superficiales, donde forma parte de su flora bacteriana.
Dado que la temperatura óptima de crecimiento es de 35-37ᴼC y puede vivir en condiciones de hasta 45ᴼC, la bacteria puede colonizar los sistemas de abastecimiento de las ciudades y, a través de la red de distribución de agua, se incorpora a los sistemas de agua sanitaria (fría o caliente) u otros sistemas que requieren agua para su funcionamiento como por ejemplo las torres de refrigeración.
Edificios públicos, bloques de oficinas, incluso comunidades de propietarios pueden tener sistemas centralizados de aire acondicionado. Desde las autoridades destacan que no hay que temer este tipo de instalaciones, pero sí que es necesario llevar a cabo un mantenimiento adecuado para evitar la proliferación y transmisión de la bacteria legionela.
- Prevención
En las torres de refrigeración y condensadores evaporativos se debe:
- Realizar un programa de mantenimiento periódico contra la legionela.
- Aplicar mejoras estructurales y funcionales de las instalaciones, si fuera necesario.
- Realizar un control periódico de la calidad microbiológica y físico-química del agua.
- Limpieza y desinfección
Al menos dos veces al año se deben realizar tratamientos de limpieza y desinfección, repartidas a lo largo del periodo de funcionamiento de la torre de refrigeración.
También se deben realizar tratamientos de limpieza y desinfección en el caso de se ponga en marcha por primera vez, tras una parada superior a un mes, después de una reparación o modificación estructural y cuando lo considere la autoridad sanitaria.
- Mantenimiento profesional
Según el Real Decreto 830/2010, de 25 de junio el responsable técnico de la empresa que realiza el mantenimiento higiénico-sanitario de la instalación es el responsable de elaborar el diagnóstico, así como de planificar y evaluar el programa de control de la instalación.
Sin embargo cabe subrayar que el propietario de las instalaciones es responsable a efectos legales de que la instalación cumpla las condiciones para evitar la transmisión de la legionela, incluso si la empresa contratada no realiza un mantenimiento adecuado.
- Documentar las actuaciones
Todas las acciones que se lleven a cabo deben documentarse. Así consta en el Real Decreto 865/2003 de 4 de julio, norma que regula las medidas higiénico-sanitarias que se han de adoptar en aquellas instalaciones en las que la legionela es capaz de proliferar y diseminarse.
Las penas para aquellos que no cumplan con la norma recibirán multas considerables.
- Contratar un servicio integral
Para evitar problemas, lo más recomendable es contar con una empresa que pueda realizar una gestión integral de la instalación desde: desde los programas de mantenimiento, hasta las limpiezas y desinfecciones o la gestión de incidencias mecánicas.