La función de las válvulas termostáticas es regular el caudal de agua que entra en cada uno de nuestros radiadores y con ello la temperatura de las habitaciones. Las válvulas pueden contar con dos tipos de cabezales: los manuales y los termostáticos. Los primeros sólo permiten abrir o cerrar el radiador manualmente. Sin embargo, con los segundos la regulación es automática en función de la temperatura de la habitación.
El cabezal termostático dispone de una escala graduada de 1 hasta 5. Cada número se corresponde con una temperatura aproximada (ver tabla). Por ejemplo, si se seleccionara la posición 3, la temperatura sería de 21°C aproximadamente.
[box type=»shadow» align=»aligncenter» ]Posición llave * 1 2 3 4 5
Temperatura 6°C 14°C 18°C 21°C 23°C 25°C[/box]
Las válvulas termostáticas permiten limitar la temperatura de una estancia frente a las consignas generales, siempre tomando como tope la temperatura media solicitada por la comunidad de vecinos y programada en la sala de calderas.
Pongamos un ejemplo. Supongamos que la temperatura de consigna común programada en una sala de calderas es de 24°C. En este supuesto ocurriría lo siguiente:
Posición 1: La válvula limita la temperatura de la habitación a 14°C
Posición 2: La válvula limita la temperatura de la habitación a 18°C
Posición 3: La válvula limita la temperatura de la habitación a 21°C
Posición 4: La válvula mantiene la temperatura de la habitación a 23°C
Posición 5: La válvula permanecerá abierta y alcanzará la temperatura que le permitan las ganancias de calor de soleamiento, electrodomésticos, etc. pero no necesariamente alcanzará los 25°C seleccionados.
Más información: Cómo individualizar el consumo de calefacción