Como empresa de servicios energéticos, Remica ha adquirido un firme compromiso con el entorno, con la sociedad y el medio ambiente. Trabajamos por ofrecer el mejor confort a nuestros clientes, optimizando los recursos energéticos y evitando el derroche energético que causa un impacto negativo en el planeta.
Mejorar la eficiencia energética de las instalaciones tiene un impacto positivo tanto en el nivel de confort de los edificios, en el ahorro de la factura energética y también en el medio ambiente, ya que al consumir menos energías fósiles se evitan toneladas de emisiones de gases contaminantes a la atmósfera.
En nuestro día, nos guía el compromiso con el entorno
El desarrollo sostenible, la integridad y la transparencia son algunos de los valores centrales de la filosofía de Remica:
- La MISIÓN de nuestra compañía es “proporcionar a nuestros clientes confort, con ahorros económicos y energéticos, garantizando la máxima seguridad de la instalación”.
- Nuestra VISIÓN consiste en “contribuir al desarrollo sostenible de la sociedad, disminuyendo el consumo de energía mediante la optimización de las instalaciones en la edificación”.
- Además, la orientación al cliente, la integridad, la transparencia, el rigor y el afán de superación, son NUESTROS VALORES y, por tanto, nuestro compromiso más importante.
Las empresas de servicios energéticos y su compromiso con el entorno
Muchas ESEs, empresas de servicios energéticos, que operan en la actualidad comenzaron como empresas de mantenimiento. La gran diferencia entre una ESE y una empresa de mantenimiento tradicional consiste en las competencias y el compromiso con el entorno que las organizaciones hayan decidido asumir.
“Además de labores de mantenimiento, las ESEs proporcionan servicios energéticos en las instalaciones de los usuarios. Asumen cierto grado de riesgo técnico y económico, ya que el pago de estos servicios se basa (total o parcialmente) en el cumplimiento de los ahorros energéticos en los términos pactados con el cliente a través de la implantación de Medidas de Ahorro Energético (MAEs) y su posterior gestión y seguimiento”, afirma Carlos Braojos, director de Producción de Remica.
Esta circunstancia supone una enorme diferencia para el usuario. Si a las instalaciones se limitan al mantenimiento tradicional, y por un fallo o ineficiencia consumen más energía de la necesaria, el coste extra lo paga el cliente final. En un mantenimiento tradicional no existen datos o mediciones que permitan demostrar si se está produciendo o no un sobrecoste por un funcionamiento poco eficiente de la instalación.
Con la gestión energética de las ESEs, en cambio, el cliente se asegura que la instalación no derrocha energía. Esta circunstancia se debe a que, además de adquirir un compromiso con el entorno, las empresas de servicios energéticos basan parte de sus ingresos en el grado de eficiencia de las instalaciones.
“Para una empresa de servicios energéticos hacer su trabajo bien supone unos ingresos recurrentes, mientras que trabajar mal supone una pérdida económica. Son, por tanto, las primeras interesadas en que la eficiencia energética de la instalación sea lo más alta posible”, explica Braojos.
Remica y la Responsabilidad Social Corporativa (RSC)
Según la definición del Observatorio de la Responsabilidad Corporativa, la RSC se puede definir como “una forma de dirigir las empresas basado en la gestión de los impactos que su actividad genera sobre sus clientes, empleados, accionistas, comunidades locales, medio ambiente y sobre la sociedad en general”.
En el caso de Remica, el compromiso con el entorno, la sociedad y el medio ambiente es fundamental. Por ello, además de las repercusiones positivas que la empresa tiene en el entorno, realizamos una labor de concienciación para advertir de los retos ambientales a los que se enfrenta el planeta.
Gracias a nuestros blogs y canales de redes sociales, ofrecemos información y consejos que despejen dudas y ofrezcan nuevas ideas para realizar pequeños cambios en la vida de las personas, que sirvan para generar un impacto positivo en el medio ambiente, frenar el cambio climático y generar una economía más sostenible.
Otras metas de nuestra responsabilidad social corporativa son:
- Apostar por las personas. Somos conscientes de que las personas son nuestro valor fundamental, y el motor de nuestra organización. Por ello, ofrecemos formación continua que favorezca la actualización de conocimientos y adaptación de nuestra plantilla. Y, además, implementamos medidas de conciliación de la vida personal y laboral.
- Más desarrollo e innovación. Un factor que nos distingue desde nuestro inicio es la apuesta decidida por la I+D+i. De hecho, Grupo Remica es la compañía del sector que más inversión realiza en su apuesta por las nuevas tecnologías.
- Servir de modelo. Impulsamos la eficiencia energética para terceros y también en nuestras propias instalaciones, donde hemos llevado a cabo múltiples medidas para reducir el consumo energético. ¡Todas las personas que trabajan en Remica se han implicado en este proceso! Además, hemos incorporado a nuestra flota de vehículos múltiples unidades de coches eléctricos que evitan toneladas de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.
- Conciencia social: Grupo Remica colabora en distintas causas solidarias, siendo además, socio de Cruz Roja Española y Educo.