El compromiso y la vinculación con la compañía es un factor fundamental de la gestión del talento hoy en día, como hemos abordado en otros post, bien desde «la perspectiva de qué consideramos o definimos como compromiso», o bien analizando cómo gestionar el compromiso, ligándolo con los valores y objetivos de la compañía para retener el talento».
Hablamos de TALENTO COMPROMETIDO, pero ¿y si hablásemos de TALENTO INSPIRADO?
Parece que, según los datos presentados por Bain, un “colaborador inspirado” es más del doble de productivo que un “empleado satisfecho”. Incluso podemos decir que si alguien alcanza la inspiración con su puesto de trabajo tiene una productividad de casi dos personas comprometidas.
Entonces, he aquí la pregunta, ¿tenemos que conseguir compromiso o inspiración?.
Un factor fundamental para lograr colaboradores inspirados, es que estos tengan un referente, un modelo al que seguir y que “inspire” igualmente. Estos modelos deben ejercer influencia, y no tienen por qué ser directivos o puestos con alto nivel de responsabilidad, sino personas que ayuden e impulsen con su visión y sus habilidades al resto del equipo.
Debemos detectar estos modelos y potenciarlos dentro de la organización, ya que la inspiración tiene un alto poder “contagioso”.
Desde RRHH, debemos descubrir herramientas que nos ayuden a conocer qué elementos pueden servir de inspiración a nuestros diferentes colectivos de empleados, ya que nuestras organizaciones son cada vez más un abanico de empleados con múltiples necesidades y características, es decir, que debemos capaces de realizar una buena Gestión de la Diversidad.
Las fuentes de inspiración pueden no ser iguales en todos los casos, aunque sí que podemos comprobar que desde el lado del “talento inspirador”, encontramos rasgos comunes, tales como:
- Pasión por lo que hace.
- Capacidad de esfuerzo.
- Orientación a resultados o creencia ciega en que los resultados se conseguirán.
- Visión de futuro.
- Capacidad de influencia para transmitir sus ideas.
- Dar ejemplo con sus acciones.
Pensemos en líderes referentes de otros ámbitos de la vida como el deporte o la cultura y en cómo éstos influyen en otras personas «marcando camino». Todos ellos tienen esos rasgos de los que hablábamos anteriormente que les hacen inspiradores.
Para crear inspiración en las personas que trabajan en una organización, lo importante es contar con otros colaboradores inspiradores o potencialmente inspiradores, y desde luego desarrollar un liderazgo inspirador. Éste puede ser enseñado y aprendido, trabajando en la habilidad para inspirar. De este modo, lograremos que la misión y el propósito de la empresa se sientan como propios. Ahí está la clave para generar productividad y los mejores resultados.
En Remica buscamos perfiles profesionales con tendencia al compromiso e inspiración, que además sean inspiradores y que puedan desarrollar una carrera de éxito.
“La inspiración es un huésped que no visita de buena gana al perezoso” Chaikovski.
Imagen: tec_estromberg via Visual hunt / CC BY