Un alto porcentaje de la energía que consumen los hogares se destina a climatización. Por eso, una casa con acristalamientos inadecuados; aislamiento insuficiente y una climatización de mala calidad puede hacer que sus habitantes tengan que pagar elevadas facturas energéticas y que, a pesar de ello, vivan en un entorno poco confortable.
La Guía Práctica de la Energía, publicada por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía, ofrece una lista de consejos para ahorrar en climatización y agua caliente:
1. La base para ahorrar en climatización es un buen aislamiento
Hay que tener en cuenta que por las cubiertas y ventanas de los edificios se pierde la mayor parte del calor interior en invierno y se gana calor en verano. Por eso, a la hora de construir y rehabilitar una casa es fundamental invertir en un buen aislamiento para todos los cerramientos exteriores, así como en ventanas aislantes. De ese modo no solo se ahorra energía, sino que aumenta el confort.
2. La calefacción representa casi la mitad de la energía que gastamos
Hay que ser consciente que ni en el edificio ni en la propia vivienda cada estancia necesita la misma temperatura. Habrá viviendas más frías que otras en función de factores como su orientación o su nivel de aislamiento.
Por eso, una forma de disminuir la cantidad de energía destinada a calefacción es ajustar la temperatura a las necesidades propias de cada estancia. De este modo aumentamos el confort y evitamos derrochar energía calentando espacios que no lo necesitan.
3. Se deben optar por sistemas energéticamente eficientes
En general, los sistemas eléctricos de calefacción y agua caliente sanitaria son los menos recomendables desde el punto de vista energético, porque tienden a consumir más.
Para el suministro de agua caliente sanitaria, los sistemas con acumulación son los más recomendables. Además, la energía solar térmica es idónea para la preparación de agua caliente sanitaria.
4. La individualización del consumo es una apuesta segura
Según el IDAE, los contadores individualizados de calefacción y agua caliente permiten ahorros de entre el 20% y el 30%. Además, un buen sistema de regulación de la instalación y un correcto mantenimiento pueden conseguir ahorros totales superiores al 20% en los servicios comunes.