Lo que hacemos por las mañanas nada más despertarnos es la base que sustentará el resto de la jornada. Por eso es muy importante empezar bien el día y que esta tendencia se mantenga tras el paso de las horas. Para lograr este objetivo existen una serie de hábitos que pueden ayudarnos si los incorporamos a nuestra rutina. Os los contamos en este artículo.
Dar las gracias
El primer pensamiento debe estar destinado a este fin. Pensar en lo positivo que hay en la vida por pequeño que sea. Cuando adoptas una actitud de agradecimiento tu mente se enfoca en lo que tienes y no en lo que falta. Esto incrementa la positividad y te hace más consciente del mundo que te rodea.
Levantarse antes
Esta medida será fundamental si no queremos empezar el día estresados y corriendo porque llegamos tarde. Tomarse el tiempo suficiente para pasar los primeros minutos del día sin prisas e introduciendo alguna rutina como las que veremos a continuación contribuye a reducir el estrés y la ansiedad de enfrentar un nuevo día. Este tiempo de margen, que puede variar entre unos 10 minutos y una hora, te permitirá a parte de ir más tranquilo por ejemplo, ir andando al trabajo o bajarte una parada antes para llegar paseando.
Beber agua
Tras las horas de sueño hay que hidratar el cuerpo y nada mejor para ello que beber un vaso de agua. Este sencillo gesto activa el metabolismo, previene el estreñimiento y mantiene la salud de la piel. Si te cuesta beber agua, una opción es ponerle limón, ya que además de aportar sabor, su zumo estimula nuestro sistema inmunológico y ayuda al cuerpo a eliminar las toxinas acumuladas tras la noche, entre otros muchos beneficios.
Una buena ducha
Ducharse por las mañanas no es solo una cuestión de higiene. La ducha nos da una fuerte sensación de limpieza y frescor y nos ayuda a empezar bien el día al despejar nuestra mente a la vez que nos relaja. Asearnos además, contribuye a mejorar nuestro aspecto lo que incrementa nuestra autoestima y mejora nuestro humor.
Meditar
La meditación nos proporcionará un estado mental calmado pero despierto al mismo tiempo perfecto para empezar bien el día. Tan solo hace falta disponer de un ratito, hay meditaciones desde los 3 minutos de duración y muchas aplicaciones móviles que te ayudarán en el proceso. Entre los beneficios de meditar está el fomento de la creatividad, la liberación de estrés y ansiedad y la potenciación de la memoria.
Hacer ejercicio
Despeja la mente y te ayudará a estar en forma. Al hacer ejercicio se liberan endorfinas. Y si es a primera hora todavía más, según un estudio realizado por el doctor Scott Collier en la Universidad Estatal de Appalachian (EEUU). El ejercicio matutino en comparación con el realizado antes de comer o por la tarde, reduce la presión arterial y mejora la calidad del sueño.
Un buen desayuno
De que es la comida más importante del día a estas alturas nadie lo pone en duda, y por eso no debes saltártela. Un buen desayuno nos dará la energía necesaria para empezar bien el día. Y si nos esforzamos un poquito y preparamos algo que además de saciar nuestro apetito nos guste y sea apetecible mejor que mejor. Lácteos, algo de fruta y una fuente de fibra como el pan o los cereales compondrán un desayuno completo.
Aprovecha el tiempo para ti
Mientras vas al trabajo o a realizar alguna tarea aprovecha el camino para relajarte. Escucha música mientras conduces o caminas hacia la oficina, lee un buen libro mientras estás en el tren o ponte al día con las redes sociales. Esto te ayudará a relajarte y empezar el día con ánimo.
Empezar bien el día es cuestión de actitud
No vale cumplir todos consejos anteriormente expuestos si al final no adoptamos una actitud positiva frente al nuevo día. Cada día es una nueva oportunidad para cambiar aquellos aspectos que no nos convencen, mejorar y seguir creciendo como personas. Por eso si quieres empezar bien el día el mayor esfuerzo que debes hacer es intentar mantener en todo momento una actitud positiva. Con todos estos consejos estamos seguros de que afrontarás con una sonrisa la jornada laboral.