El confort térmico se define como la condición en la que el usuario siente satisfacción respecto al ambiente térmico en el que está. Sin embargo, no todos nos sentimos cómodos con la misma temperatura, ni todas las viviendas tienen las mismas características.
Que los habitantes de cada vivienda puedan regular a su gusto la temperatura de confort, aunque la caldera del edificio sea central, es posible si se instalan válvulas termostáticas.
¿Qué son las válvulas termostáticas? Instaladas en cada radiador, regulan el caudal de agua y garantizan su correcto funcionamiento. Su cabezal termostático permite controlar la temperatura ambiente de la estancia, pudiendo elegir el usuario la temperatura que desea, o incluso pudiendo cerrar los radiadores de aquellas estancias sin uso, lo que conllevaría un ahorro energético y, por tanto, económico.
Pero, ¿cómo sabemos lo que consume cada vecino? Para llevar un control del consumo individual, utilizamos calorímetros. Los calorímetros son dispositivos que, instalados en cada radiador, miden dos temperaturas: la de la superficie del mismo y la temperatura ambiente de la habitación, calculando el consumo con estos dos datos, y en base a las características y tamaño del radiador. Toda esta información se transmite de forma automática a una centralita, sin necesidad de acceder mensualmente a la vivienda ni molestar a los usuarios.
Las características de cada vivienda y las diferencias de temperatura existentes entre unas casas y otras hacen que se necesite más o menos energía para disfrutar del mismo nivel de confort. Es obvio que la orientación y situación influyen mucho en el nivel de confort y en la temperatura, sin embargo, son factores que se pueden corregir de forma notable llevando a cabo un equilibrado del edificio. Esta medida regula el caudal de agua del edificio y asegura que las diferencias de temperatura entre una vivienda y otra no sean superiores a un grado aproximadamente.
En resumen, llevar a cabo una individualización del consumo en un sistema de calefacción centralizado, no sólo es posible, sino que además reporta muchos beneficios a los usuarios: desde elegir la temperatura que quieren tener en cada estancia de la casa, hasta apagar la calefacción cuando están fuera, ahorrando por tanto ese coste.