Instalar contadores individuales de calefacción central en edificios residenciales permite que, en comunidades de propietarios, cada vecino pague por la calefacción que consume.
De este modo se termina con una situación común en múltiples edificios residenciales con calefacción central, que pagan la calefacción a través de los gastos de la comunidad de propietarios. Generalmente, la cantidad a pagar depende de los metros cuadrados de la vivienda y la cantidad no varía a lo largo del año.
Este sistema que tiene varios inconvenientes, entre ellos, que en realidad no se conoce el consumo energético que realiza cada vivienda, que muchas personas no logran el confort deseado en sus hogares y que se tiende a producir un despilfarro energético por no poder regular la temperatura como se quisiera.
Válvulas termostáticas para regular la temperatura
Los contadores individuales de calefacción central tienen como función contabilizar la energía consumida en las viviendas destinadas a calefacción. Sin embargo, estos dispositivos no permiten regular la temperatura, por lo que es conveniente complementar su instalación con la colocación de válvulas termostáticas en los radiadores que cumplan esta función.
Para que la instalación funcione correctamente, además de la instalación de contadores de calefacción central y de válvulas, será necesario realizar un equilibrado hidráulico de la instalación. De ese modo conseguiremos que todos los radiadores de la vivienda calienten adecuadamente, ya que recibirán el agua que necesitan. Asimismo, el equilibrado hidráulico permitirá el óptimo funcionamiento de las válvulas termostáticas, asegurando que alcanzamos la temperatura deseada en nuestro hogar y poniendo fin alas grandes diferencias de temperatura entre viviendas. En caso de no llevar a cabo el equilibrado, la diferencia entre la temperatura real y la deseada puede llegar a ser de ± 2°C.
Para ahorrar es posible controlar la temperatura a distancia
Imaginemos el siguiente caso: una familia acaba de individualizar el consumo de calefacción en su vivienda y se va de vacaciones. Gracias a las válvulas, podrán cerrar los radiadores para que no consuman y, por tanto, reducir su recibo. Si además han instalado cabezales electrónicos con actuación a distancia en sus radiadores podrán controlar la temperatura de su hogar desde el móvil.
En los radiadores, la instalación de cabezales electrónicos con actuación a distancia permite a los usuarios controlar la temperatura de su hogar desde el teléfono móvil. Así, antes de volver a casa, establecen la temperatura que quieren en cada estancia, por ejemplo, 22ºC en el salón y 18ºC en las habitaciones. A su llegada, la vivienda se encuentra a la temperatura de confort deseada.
Supongamos, por último, que uno de los miembros se queda algún día más de vacaciones. Desde el smartphone podrá elegir dejar apagado el radiador de su habitación, evitando así un consumo innecesario.
En definitiva, la individualización permite un amplio abanico de posibilidades de ahorro y reducción de emisiones de dióxido de carbono, abriendo la puerta a un nuevo concepto de calefacción que se adapta a las necesidades de cada individuo.
¿Dónde se pueden instalar los contadores individuales de calefacción central?
La instalación de contadores individuales de calefacción central depende de cómo esté configurada la instalación.
Si se trata de instalaciones de calefacción en anillo, tienen un único punto de entrada y de salida para cada vivienda. Esta distribución de la red de calefacción permite instalar contadores individuales en la entrada de cada vivienda.
Otra posibilidad es que el edificio disponga de instalación de calefacción “en columna”, donde el radiador de una estancia del primer piso comparte entrada con la misma del piso superior y así sucesivamente. En ese caso, el uso de contadores de consumo individuales no es técnicamente viable por lo que se tendrán que utilizar repartidores de costes de calefacción para medir el consumo de calor de cada radiador.
¿Cómo funcionan los repartidores de costes o calorímetros?
El repartidor de costes o calorímetro sirve para medir el consumo de calefacción de cada radiador. Estos dispositivos electrónicos se colocan sobre la superficie del radiador y, normalmente, sólo es necesario fijarlos mediante unos tornillos de sujeción. Constan de una carcasa, sensores, un dispositivo de cálculo, una pantalla, una fuente de alimentación, elementos de instalación y un precinto.
El repartidor electrónico de costes de calefacción tiene en cuenta para calcular el consumo calórico tanto el tamaño del radiador como la diferencia entre la temperatura en la superficie del mismo y la temperatura ambiente.
Hay viviendas que cuentan con cubre-radiadores, cortinas u otros elementos que pueden condicionar el buen funcionamiento de los dispositivos. Cuando se da esta situación, será necesaria la colocación de sensores externos que aseguran que la medición de la temperatura ambiente es la correcta y que el sistema funciona como debe.
¿Cómo se realiza la lectura de contadores?
Actualmente, los repartidores que se instalan son electrónicos y sus lecturas se recogen vía radio, por lo que no es necesario volver a entrar en la vivienda hasta que se agote la batería, que tiene una duración de 10 años.
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