Una parte muy importante de los radiadores son los denominados detentores. Puede que en los sistemas antiguos de calefacción los radiadores no lleven detentores.
¿Qué pasa si no tengo detentor en el radiador?
Como hemos señalado, en construcciones antiguas es probable que exista una ausencia de detentores en lo radiadores.
Esto provoca que, en instalaciones de calefacción central, ante una posible avería o sustitución de un radiador sea necesario vaciar el circuito completo de calefacción. Esto puede dar lugar a varios problemas:
- Los vecinos se quedan sin servicios de calefacción: Si se avería un radiador sin detentor de los que forman la instalación. Con los detentores, en cambio, se pueden reparar los radiadores sin que esto afecte al resto de vecinos.
- Un gasto de agua elevado: Vaciar una instalación de calefacción central para sustituir un único radiador supone un gran desperdicio de agua y, además, un mayor gasto económico para la comunidad de vecinos. Un problema que se podría evitar si se hubiera instalado un detentor en el radiador que se desea cambiar.
- El tiempo que se tarda en vaciar la instalación es elevado, además es un proceso que podría terminar generando alguna avería. En cambio, cerrar el detentor es un gesto que apenas dura unos segundos y, además, se minimizan los riesgos para el resto del sistema de calefacción.
- Deterioro del sistema al reponer el agua. En instalaciones sin detentor en los radiadores, en las que haya tenido que hacerse un vaciado del sistema, es necesario realizar un llenado de la instalación una vez que los problemas se han solucionado. El poder de corrosión del agua puede provocar daños e incrustraciones en las tuberías, calderas y radiadores. Por ello, no conviene que este proceso de vaciado-llenado se repita constantemente, ya que podría reducir la vida útil de la instalación.
Esta pieza es la encargada de regular la salida del agua del radiador. Está colocada en uno de los extremos de la parte inferior junto a la válvula de entrada de agua. Lo que permite es aislar a cada radiador del resto de la instalación de calefacción central. De hecho, el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) recomienda en su Guía práctica sobre instalaciones centralizadas de calefacción y agua caliente sanitaria en edificios de viviendas aconseja que los detentores estén instalados de manera que se puedan aislar los radiadores sin interrumpir el servicio del resto de la instalación. El objetivo del detentor es cerrar el paso del agua durante las labores de mantenimiento, reparación o cambio del radiador.
¿En quién confiar el arreglo de los detentores?
Se debe confiar en una empresa especializada como Remica, con una experiencia de más de 34 años. Muchas personas pueden preguntarse si ellos mismos pueden comprarlos e instalarlos sin más. Al ser un montaje que afecta al sistema de calefacción central, este debe ser realizado por profesionales cualificados que ofrezcan garantías de que todo este proceso se realizará sin dañar al conjunto de la instalación. De esta manera evitaremos posibles malas prácticas que puedan perjudicar al sistema de calefacción central y al conjunto de vecinos.
¿Cómo conseguir el máximo partido a tus radiadores?
Aparte de los cuidados propios del mantenimiento, como los purgados, que hemos tratado en nuestro Blog, que son esenciales para la puesta a punto de los radiadores y la instalación, hay una serie de recomendaciones que conviene tener en cuenta para asegurar su óptimo funcionamiento:
- Vigilar su correcto funcionamiento, si hacen ruidos, pierden agua o no aportan el calor deseado es el momento de contactar con un especialista que nos solucione el problema.
- No taparlos para evitar que pierdan capacidad calorífica. Es recomendable no colocar objetos pegados ni cubrirlos con cortinas u otro tipo de objetos decorativos.
- No pintarlos, pues una capa de pintura reduce también la emisión de calor.
- Limpiar su superficie con asiduidad y prestar atención a posibles manchas u oxidaciones que pudieran aparecer.
- Para aumentar el confort de la estancia, lo ideal es que la colocación se realice justo debajo de las ventanas. De esta manera contribuirán a repartir el calor por toda la habitación.