En instalaciones de calefacción central, no existe una normativa que determine si se debe o no encender la calefacción de noche.
Es cada comunidad de propietarios quien decide el horario de encendido, lo que a menudo genera dudas.
Una de las más frecuentes es si conviene encender la calefacción por la noche, y al hacerlo las facturas serán demasiado elevadas.
¡Sí! Se puede encender la calefacción de noche sin desperdiciar energía
Desde el servicio técnico de Remica, explican que se puede mantener el confort nocturno y, al mismo tiempo, realizar un uso eficiente de la energía.
Para ello hay que tener en cuenta dos factores:
- Las diferencias térmicas entre viviendas de un mismo edificio. No todos los inmuebles tienen el mismo comportamiento. Así, por ejemplo, hay viviendas más frías que otras por su orientación, tamaño, calidad del aislamiento térmico, etc. El principal reto es ofrecer el calor que necesitan estas viviendas sin que suponga un exceso de temperatura en las que son más cálidas.
- La temperatura de confort la decide la comunidad de propietarios. En las viviendas no se podrá superar la temperatura máxima establecida por la comunidad. Habitualmente, se suele optar por temperaturas de funcionamiento diurno de 22-23ºC y 20-21ºC nocturnos. No se recomienda que la diferencia entre la temperatura diurna y nocturna sea superior a 2ºC
La clave: mantener la calefacción en modo activo
En las épocas más frías del año, se recomienda mantener activa la calefacción central para evitar que las viviendas bajen en exceso de temperatura por las noches, lo que merma el confort y aumenta los tiempos de calentamiento de las viviendas en horario de calefacción diurno.
Este es el funcionamiento del sistema cuando se opta por “mantener la calefacción activa”:
- Controlar la temperatura ambiente de las viviendas. Una sonda ambiente (colocada en la vivienda más fría de la finca) ‘avisa’ si la temperatura desciende por debajo de una temperatura fijada.
- Esta temperatura mínima (por debajo de la cual se pone en marcha el sistema de calefacción) la acuerdan las comunidades. Si el control, mediante la sonda ambiente detecta que la temperatura baja de la temperatura mínima establecida, la caldera empezaría a funcionar para proporcionar la energía que precisan las viviendas.
- En el caso de que la caldera de calefacción arranque por la noche, lo haría de manera moderada, para mantener la temperatura nocturna que haya decidido la comunidad de propietarios (por ejemplo, 20 grados centígrados), que generalmente es inferior a la diurna.
De este modo, se combina lograr el confort de las personas, evitando que las temperaturas desciendan excesivamente durante las noches más frías, y que se consuma más energía de la necesaria.
También es importante usar bien las válvulas termostáticas en los radiadores
Además de mantener la calefacción activa, conviene que los radiadores de las viviendas cuenten con válvulas termostáticas.
Estos dispositivos permiten que los propietarios de cada vivienda puedan adaptar la temperatura nocturna a sus necesidades de confort.
Las válvulas termostáticas permiten abrir o cerrar el caudal de agua de los radiadores automáticamente, para que cada usuario pueda elegir la temperatura de confort que más le conviene.
De ese modo, las viviendas más frías del edificio podrán disfrutar de calefacción si lo necesitan, mientras que en los inmuebles más cálidos, o los que permanezcan vacíos, podrán ajustar o cerrar las válvulas para evitar tener calor si no lo necesitan.
Es importante recordar que en las viviendas la temperatura no será superior a la temperatura de consigna acordada por la comunidad de propietarios. Si, por ejemplo, se acuerda una temperatura de 20 grados centígrados, nunca se podrá superar dicha temperatura en las viviendas más desfavorables.
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