Según la Directiva de Eficiencia Energética en Edificios, los edificios de consumo de energía casi nulo (EECN) son inmuebles con un nivel de eficiencia energética muy alto, en los que “la cantidad casi nula o muy baja de energía requerida debería estar cubierta, en muy amplia medida, por energía procedente de fuentes renovables”, producida “in situ o en el entorno”.
Para la Unión Europea, lograr edificios de consumo de energía casi nulo es un reto fundamental. En la actualidad, el 40% del consumo total de energía de UE se destina a edificios; una tendencia que continúa incrementándose.
Reducir el consumo de energía y aumentar la producción energética basada en fuentes renovables es, por tanto, una prioridad para los países de la UE, que necesitan reducir su dependencia energética del exterior y también disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. Las instituciones europeas consideran que » las medidas adoptadas para reducir el consumo de energía en la Unión permitirán, junto con un mayor uso de la energía procedente de fuentes renovables, que la Unión cumpla el Protocolo de Kyoto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), así como su compromiso a largo plazo de mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 2 °C y su compromiso de reducir, para 2020, las emisiones totales de gases de efecto invernadero en un 20% como mínimo con respecto a los niveles de 1990”.
Edificios de consumo de energía casi nulo: recomendaciones de la UE
Recientemente, la Unión Europea ha hecho públicas unas recomendaciones para que los países miembros logren que antes de que finalice 2020 los nuevos inmuebles que se construyan sean edificios de consumo de energía casi nulo.
Estas recomendaciones, publicadas en el Boletín Oficial del Estado de nuestro país, se resumen en:
- Los estados miembros deben redoblar sus esfuerzos. Se recomienda que los estados miembros de la UE que redoblen sus esfuerzos para que la Directiva Europea de Eficiencia Energética (DEEE) se apliquen de manera efectiva, para que los edificios de nueva construcción sean edificios de consumo de energía casi nulo en las fechas límite establecidas por la Directiva.
- Más energías renovables y buena calidad del ambiente interior. Desde la UE se recuerda que actualmente existe una cierta ‘flexibilidad’ para que cada estado determine sus parámetros de qué considera edificios de consumo de energía casi nulo. No podía ser de otra manera en La Unión, donde existe una gran diversidad de condiciones climáticas y orográficas entre los países europeos. No obstante, los organismos europeos piden que en esta definición los países sean ‘ambiciosos’ y que no se realice «por debajo de los niveles óptimos de rentabilidad de los requisitos mínimos previstos”. Además recuerdan la importancia de utilizar fuentes de energía renovable y de garantizar un ambiente interior adecuado en estos edificios.
- Establecer mecanismos de supervisión. Los estados miembros deben determinar qué tipo de mecanismo o mecanismos utilizarán para supervisar que se cumplen los objetivos de los edificios de consumo de energía casi nulo, “y que estudien la posibilidad de imponer sanciones diferenciadas para los edificios nuevos una vez que hayan pasado las fechas límite que establece la Directiva relativa a la eficiencia energética para los edificios de consumo de energía casi nulos (año 2020).
- Más conexión entre políticas y medidas específicas. Se recomienda una conexión más fuerte y estrecha entre políticas, medidas y objetivos de edificios de consumo de energía casi nulo. Para facilitar la comunicación de la información relativa a esas políticas y medidas, se ha puesto a disposición de los Estados miembros un modelo, de uso no obligatorio, que se recomienda a fin de simplificar el análisis y comparación de los planes.
- Se pide acelerar los avances en la aplicación de políticas de apoyo que se dirijan específicamente a la renovación del parque mobiliario existente con vistas a su adaptación a los niveles edificios de consumo de energía casi nulo. Para ello, los Estados miembros deben articular una mezcla coherente de instrumentos políticos (paquetes de medidas) para ofrecer la necesaria estabilidad a largo plazo a quienes inviertan en el sector de la construcción eficiente (incluidos los proyectos de renovación profunda de edificios para su adaptación a los niveles EECN)
Más información: Recomendación (UE) 2016/1318 de la Comisión, de 29 de julio de 2016, sobre las directrices para promover los edificios de consumo de energía casi nulo y las mejores prácticas para garantizar que antes de que finalice 2020 todos los edificios nuevos sean edificios de consumo de energía casi nulo.
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