Con la ola de frío que ha azotado a España durante los últimos días, las mañanas empiezan con temperaturas muy bajas lo que provoca que cada día se pueda hacer más cuesta arriba el levantarse para ir al trabajo. El hecho, tiene una explicación científica, ya que la temperatura es según los expertos un factor clave que puede afectar al desempeño y tanto el calor como el frío puede disminuir la productividad. De este modo, una buena temperatura en la climatización en la oficina debe ser entre los 20 y 25 grados centígrados.
Según recogen desde la comunidad laboral Trabajando.com, la caída de cinco grados en la temperatura provoca una disminución en la productividad equivalente a un incremento del 10% en los costes laborales por trabajador. Es decir, los cambios en la climatización en la oficina alteran la concentración de las personas y no permite que trabajen a su máximo potencial.
La exposición al frío puede producir desde incomodidad, deterioro de la ejecución física y manual de las tareas, a congelaciones en los dedos de las manos y los pies, mejillas, nariz y orejas (enfriamiento local).
El frío también puede causar un gran riesgo para nuestra salud debido a la contaminación intradomiciliaria. Ésta se produce cuando no ventilamos nuestra oficina y usamos estufas inadecuadas.
Por ello, invertir en un buen sistema de climatización en la oficina es fundamental para conseguir el bienestar de nuestros empleados. En este sentido, desde Remica Servicios Energéticos diseñamos, instalamos y gestionamos soluciones de climatización en la oficina que son adaptadas a las necesidades específicas de cada edificio. Además, garantizamos una gestión eficiente de las instalaciones y unos ahorros energéticos que pueden contribuir a reducir tu factura energética y las emisiones de gases a la atmósfera.