Si queremos que nuestra instalación de calefacción funcione correctamente y respete todas las medidas de seguridad es fundamental llevar a cabo un buen mantenimiento de la misma. Ahora bien, si además queremos que se nos garantice que nuestra instalación lleve a cabo un uso eficiente de la energía para así poder conseguir el máximo ahorro, entonces, lo que necesitamos es recurrir a un gestor energético.
El gestor energético es una empresa o un profesional capaz de encontrar la mejor solución energética para una comunidad de propietarios, un edificio de oficinas, una fábrica o cualquier otro tipo de inmueble. El gestor se encargará de estudiar la tipología del mismo y buscar todos aquellos aspectos que se puedan mejorar con un único objetivo: el ahorro de energía.
Entre las funciones del gestor energético se encuentran la de realizar un seguimiento continuo del consumo energético, controlar el correcto funcionamiento de la instalación y buscar alternativas para el ahorro energética mediante la aplicación de otros combustibles o la implementación de nuevas tecnologías, etc.
De este modo, una empresa de gestión energética está en grado de proporcionar el mejor servicio y confort a los vecinos, pero asegurando un ahorro. De hecho, de media, una instalación con gestión energética consume un 15% menos de energía que una instalación que solo cuenta con un mantenimiento tradicional.
Estarás preguntándote cómo lo consigue, muy sencillo: la empresa de gestión energética pone a tu servicio las últimas tecnologías para asegurar la máxima eficiencia en el funcionamiento de la instalación y ello permite conseguir un ahorro de energía. Sin embargo, lo realmente importante es que, en el caso de que surgiera cualquier imprevisto que provocara que la instalación necesitase más combustible, es la empresa de servicios energéticos la que se hace cargo de ello y sin afectar económicamente a los vecinos. Por ello, se dice que las empresas de servicios energéticos asumen un riesgo económico, ya que en el caso de que las instalaciones no funcionasen de manera óptima, sería la empresa de servicios energéticos la que correría con los gastos de esa ineficiencia.
Un concepto fundamental: diferencias entre energía útil y energía primaria
Cuando los usuarios contratan un servicio de gestión energética están abonando un importe por la energía útil, es decir, la energía que sale ya transformada después de que el combustible haya pasado por la caldera.
El combustible que entra en la caldera, por ejemplo el gas, es lo que llamamos energía primaria, la energía térmica que sale de ella, que es la que nos lleva calor a nuestra vivienda, es lo que llamamos energía útil.
Cuando se hace un contrato con un gestor energético se contrata un precio de energía útil. Por tanto, si la instalación no está en óptimas condiciones y necesita más combustible para dar el mismo servicio, será la empresa de gestión energética quien asuma ese coste económico.
¿Y cómo se puede sabemos si la instalación está siendo eficiente?
Para saber si nuestra instalación está siendo eficiente es necesario llevar a cabo una contabilidad energética que en el caso de Remica se realiza a través de un software especializado, que toma diariamente datos de los contadores de la instalación: el de gas natural, el de electricidad, el de energía térmica destinada a la calefacción, el de energía térmica destinada a la producción de agua caliente y el consumo de agua fría. Además, se mide la energía producida por la instalación de energía solar en el caso de que la haya.
Todos estos datos, junto con un sinfín de parámetros, son los que permiten calcular el rendimiento de una instalación, tener la seguridad de su buen funcionamiento y lograr una mejora continua. A todo ello se suman las alarmas, y es que, en el caso de que se produzca cualquier tipo de incidencia, ésta puede ser detectada y resuelta de manera rápida y eficiente. En muchos casos, antes incluso de que los propios residentes de la comunidad sean conscientes del fallo que se ha producido.
De este modo, el cliente que haga un contrato con un gestor energético podrá conseguir un servicio integral para su instalación, que en el caso de Remica incluye:
- Mantenimiento preventivo y correctivo
- Telegestión: supervisión proactiva y continuada de la instalación
- Atención al cliente 24 horas, 365 días al año
- Máxima eficiencia energética
- Ahorro económico y confort
A todos estos beneficios se le suma uno muy importante: el respeto por el entorno. Y es que, hacer un uso más eficiente y racional de la energía contribuye a reducir las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera y por tanto, a conseguir un planeta más sostenible para todos. ¿Te unes a nosotros?