Así se recoge dentro del Plan A de Calidad del Aire y Cambio Climático presentado por el Ayuntamiento de Madrid la semana pasada. Concretamente es en la Medida 23: Fomento de sistemas de climatización eficiente de bajas emisiones donde queda expuesta esta restricción.
Otros objetivos relacionados con el fomento de sistemas de climatización eficientes son: el cambio de calderas de gasóleo; la regulación del uso de la biomasa en el municipio de Madrid; la minimización del impacto de la utilización de Gases Fluorados en sistemas de refrigeración y aire acondicionado; y el fomento de proyectos de redes de calor y frío de alta eficiencia.
Ya se veía venir en marzo, cuando fue presentado el borrador del Plan A. Ahora es una realidad. La medida 23 fija como uno de sus principales objetivos la eliminación del uso del carbón en 2020.
Pese a que las emisiones procedentes del uso de combustibles en instalaciones de calefacción en el sector residencial, comercial e institucional han reducido su contribución a las emisiones de gases invernadero y a la contaminación atmosférica de la ciudad, gracias a la progresiva eliminación de combustibles fósiles y su sustitución por otros menos contaminantes, aún hoy existen numerosas calderas antiguas de carbón, así como de gasóleo de baja eficiencia energética.
Adiós a las instalaciones de calefacción de carbón
Las instalaciones de carbón son muy contaminantes y altamente ineficientes. Y aunque el Reglamento de Instalaciones Térmicas de los Edificios (RITE) prohíbe la utilización de combustibles sólidos de origen fósil (carbón) en las instalaciones térmicas de los edificios a partir del 1 de enero de 2012, se podía seguir usando carbón si no fuera posible el cambio a otra fuente de energía sin hacer reformas en la instalación. Eso sí, si las calderas tuvieran que ser reformadas, la comunidad de propietarios debería cambiar de combustible. Hasta ahora no existía obligación de cambiar este tipo de calderas por otras más eficientes.
Otro punto que deja patente la ineficiencia energética del carbón es que si se quiere acometer la individualización para reducir el consumo energético y controlarlo con válvulas termostáticas, no es posible en las instalaciones de carbón ya que no se puede controlar el caudal y la presión del circuito hidráulico.
Así, según recoge el propio Plan A aún existen unas 400 instalaciones operativas en el municipio de Madrid que deberán desaparecer en 2020.
Es el momento de apostar por la eficiencia energética
El momento actual parece el más indicado para plantearse apostar por un sistema de calefacción ajeno al carbón y que sea eficiente energéticamente. Esto no solo le preparará para cumplir la futura normativa, sino que le permitirá ahorrar energía sin renunciar al confort dentro del hogar.
Para hacerlo lo recomendable es contratar a una Empresa de Servicios Energéticos (ESE). Estas empresas proporcionan servicios de mejora de la eficiencia energética y basan el cobro de los servicios prestados a la obtención de ahorros energéticos. El objetivo principal de una ESE es por tanto ahorrar energía, lo cual derivará en un ahorro tanto económico como en emisiones de CO2. Su actividad se centra en el diseño y puesta en marcha de proyectos que garanticen una gestión eficiente de la energía, comprometiéndose económicamente con los resultados.
Renovar la sala de calderas antigua no solo le permitirá ahorrar energía, sino que le ayudará a aportar su granito de arena en el cuidado del medio ambiente al reducir los gases contaminantes y ofrecerá más comodidades (almacenamiento, suministro, contaminación…) que el carbón.
En Remica Servicios Energéticos llevamos más de 30 años comprometidos con el ahorro energético. Uno de nuestros consultores energético visitará las instalaciones y le ofrecerá las soluciones energéticas que se adapten mejor a las necesidades de su comunidad de vecinos. Puede ponerse en contacto con nosotros a través de nuestro correo electrónico remica@remica.es o en el teléfono 91 396 03 00. ¡Estaremos encantados de atenderle!