Aunque en la primavera de 2018 parece que el buen tiempo se resiste a llegar, lo cierto es que el apagado definitivo de las calefacciones centrales se acerca. ¿Cómo debe ser este proceso y qué mantenimiento conviene hacer del sistema de calefacción?
La comunidad de propietarios decide “cuándo”
Es la propia comunidad de propietarios la que decide cuándo realizar el apagado del sistema de calefacción y la que también tiene la potestad de retrasar o adelantar la fecha en función de si la primavera es más fría o cálida de lo que esperaban.
Se trata de una operación sencilla, que afecta únicamente al sistema de calefacción y que no debería en ningún caso generar molestias en las viviendas ni afectar al servicio de agua caliente sanitaria (ACS).
De hecho, en aquellos casos en los que se cuenta con dos calderas, una para calefacción y otra para agua caliente sanitaria, lo más habitual es apagar la de calefacción, aunque se deja preparada por si fallara la de agua caliente durante el verano y esta tuviera que entrar en modo “apoyo”.
Para evitar problemas, mejor que el apagado lo realice la empresa mantenedora
En Remica recomendamos que el apagado de la calefacción central lo realice la empresa que se ocupa regularmente del mantenimiento de las instalaciones térmicas.
Aunque la normativa actual no obliga a que un técnico cualificado realice el apagado de calefacción −en algunas instalaciones antiguas realizar el apagado consiste básicamente en pulsar un interruptor similar al de la luz− lo más conveniente es contar con la ayuda del mantenedor, especialmente en instalaciones con una centralita de regulación compleja.
De ese modo, las comunidades se aseguran de que todo se ha realizado de forma conveniente y se evitan incidencias, como que en la comunidad piensen que han quitado el servicio pero, en realidad, no ha sido así al mantener otros parámetros como horarios, temperaturas, etc., por lo que la instalación continuará en servicio.
No se debe encender la caldera innecesariamente
Aunque durante la temporada de calefacción el mantenimiento se realiza mensualmente (tal y como establece el Reglamento de Instalaciones Térmicas, RITE), en los meses de buen tiempo estas operaciones cesan ya que encender la caldera únicamente para realizarlas es innecesario y, además, supone un derroche energético.
En cambio, dado que la instalación de calefacción está apagada, es buen momento para limpiar las calderas y ponerlas a punto para la temporada que viene.
No conviene vaciar la instalación de agua más de lo estrictamente necesario
Durante los meses en los que las calefacciones están paradas, muchas comunidades aprovechan para hacer obras en sus instalaciones térmicas, para lo cual es necesario vaciar de agua el circuito de calefacción. Los expertos de Remica Servicios Energéticos recomiendan que el circuito de calefacción permanezca vacío el menor tiempo posible para evitar desajustes y/o problemas en algunas uniones que pueden generar fugas.
Antes del encendido, mejor hacer una revisión previa
Tras la época de calor, octubre y noviembre suelen ser los meses elegidos por las comunidades de propietarios para poner en marcha de nuevo el sistema de calefacción.
Aunque no es obligatorio de acuerdo a la normativa, conviene que antes del encendido el mantenedor realice una revisión previa de la instalación. Es importante que antes del encendido, la comunidad contacte con su empresa de mantenimiento y se aseguren de que todo funcionará correctamente a la hora de disfrutar de todo el confort de la calefacción central en sus hogares.