Cuando nos encontramos ante un trabajo que hay que realizar en grupo es posible que las distintas personalidades que lo forman puedan chocar o crear disparidad de opiniones. Ante estos casos nos preguntamos ¿cómo influyen las opiniones contrarias en la productividad en los equipos de trabajo? ¿Se puede mejorar la productividad de los equipos gracias a la asertividad? Existen técnicas para conseguir que las personas puedan trabajar de una manera fructífera, sin que ningún miembro del grupo se sienta ofendido.
Una de las causas por las que gente no sabe gestionar su papel dentro del grupo es la negación. Existen trabajadores que no saben decir ‘no’ porque lo atribuyen a un sentimiento negativo. Hay personas que intentan complacer siempre a los demás para evitar confrontaciones, rechazos, o la sensación de culpa por haber herido los sentimientos de alguien. La palabra que este tipo de personas deben conocer es ‘asertividad’, es decir ‘no’ de una manera sencilla, empatizando con el otro. Según la Real Academia Española de la Lengua asertivo quiere decir expresar opinión de manera firme.
Mejorar la productividad en los equipos de trabajo con la técnica del Sándwich
La técnica del sándwich es una manera de decir “no” muy sutil y educada.
La manera en la que expresamos un desacuerdo o negativa, es crucial, tanto para quedar nosotros satisfechos, como para que la otra persona reciba un trato correcto.
Cada vez que decimos “sí” cuando en realidad queremos decir “no”, se debilita el estado emocional. Hay que tratar siempre que las acciones vayan en consonancia con los pensamientos. Cuando decimos que “sí” a algo que luego no podremos cumplir, ponemos en riesgo nuestra credibilidad, ya que probablemente incumpliremos el compromiso adquirido.
Las tres capas del sándwich:
- Mensaje positivo
- Negativa o desacuerdo
- Mensaje positivo
Ante una situación en la que diríamos un “no” rotundo, primero debemos transmitir un mensaje positivo, así suavizamos la conversación y la otra persona estará activando su positividad antes de recibir la negativa. No es lo mismo dar una negativa directa que preparar el terreno con mensajes positivos. El siguiente paso es transmitir el mensaje negativo, y después cerrar la argumentación en positivo, ofreciendo otra solución a la persona a la que hemos dado la respuesta negativa.
Mejorar la productividad en los equipos de trabajo en 10 pasos
Vamos a señalar una serie de técnicas y herramientas que han demostrado ser útiles para mejorar la asertividad:
Reemplaza tus pensamientos negativos
Hay que sustituir los pensamientos negativos que surgen cuando uno hace valer sus derechos. Hay que evitar pensamientos como “soy un mal compañero…”
Comprender que la gente no puede leerte la mente
Un error común es suponer que la gente sabe qué está ocurriendo en tu interior. Sin embargo la gente no conoce lo que a uno le molesta o de lo que realmente esperas de ellos. Por eso no se permite usar el argumente de que ya sabes lo que quiero como excusa para no dar un paso al frente, porque es falso.
Defiende “tu” verdad, no “la” verdad
Hablar de forma asertiva no transforma tu mensaje en la única verdad, pero sí lo transforma en tu verdad. Las verdades pueden ser desagradables, pero ese no es el motivo para no decirlas.
Recuerda tu objetivo pase lo que pase
Para ser asertivo no se deben exponer solamente las situaciones, también hay que dejar claro lo que uno quiere. Cuando más claro está lo que uno quiere más probable será que lo consiga
Hay que ser siempre lo más concreto posible
Debemos ser capaces de transmitir exacta y detalladamente lo que queremos.
Hacer referencia a los hechos y no a los juicios
Hay que diferenciar entre los hechos objetivos y las conclusiones:
- Hecho objetivo: “Tienes una falta de ortografía”
- Tu conclusión: “Tu escrito es una chapuza”
Añadir motivos a lo que pides
Cuando se pide algo que realmente uno quiere conseguir hay que explicar los motivos. Dar motivos es una excelente forma de reducir las probabilidades de que te rechacen porque la otra persona verá que hay una razón real que sustenta tu petición. Aunque hay que tener en cuenta que dar un motivo es bueno porque resta agresividad al mensaje y proporciona una explicación al comportamiento, eso sí, da la posibilidad al interlocutor de discutir.
Hay que hablar desde “ti”
Hablar desde el “ti” ayuda a expresar tus verdades sin hacer que la otra persona se sienta atacada o se ponga a la defensiva. Hay que concentrarse en el problema que una persona tiene y no acusar o culpar al otro.
Contagia tus emociones
Es más difícil que las personas puedan discutir un sentimiento, y describir nuestras emociones puede hacer que nuestro interlocutor reflexione.
Reduce tu estrés con el lenguaje corporal
Para transmitir asertividad debe hacerse tanto con nuestro mensaje como con nuestro lenguaje corporal.
Con estas herramientas para gestionar la asertividad la calidad de la comunicación aumenta y consigue que compañeros de trabajo puedan transmitirse las ideas y conseguir juntos los objetivos propuestos de una manera más eficiente.