Cuando hablamos de motivación, casi todo el mundo sabe qué significa. Sabemos que se refiere a una serie de factores que determinan las acciones de una persona, pero, ¿y la motivación intrínseca? ¿Existen tipos de motivación?
La respuesta es sí, en la definición de la Real Academia Española se hace una distinción entre los factores internos y los externos que nos influyen, lo que conlleva a dos tipos de motivación, la intrínseca y la extrínseca.
La motivación intrínseca, como su propio nombre indica son los factores que determinan las acciones de una persona por voluntad propia. Los motivos por los que llevamos a cabo una actividad, el incentivo que genera es la actividad misma, son inherentes a nuestra persona Por otro lado encontramos la motivación extrínseca, es decir, son los factores externos los que intervienen en la persona.
Cuando se lleva a cabo una actividad, es necesaria la motivación extrínseca para convertir dicha acción en rutina, pero la evolución implica que el mantenimiento de la actividad, con el tiempo sea gracias a la motivación intrínseca.
Ejemplos de motivación intrínseca en el trabajo
Dentro de la compañía se pueden poner en práctica una serie de pautas para potenciar la motivación intrínseca:
Mejorar el conocimiento
Un trabajador puede encontrarse en la búsqueda de conocimiento. Este aspecto es muy positivo para la empresa porque gana en productividad y es una ventaja competitiva. La compañía puede fomentar esta búsqueda ofreciéndoles un programa de formación individualizado, o asumiendo los costes de su formación
Acciones altruistas y de voluntariado
Los proyectos de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) que llevan a cabo las empresas tienen el fin de mejorar áreas como el medio ambiente, ayudar económicamente a colectivos desfavorecidos. Muchos empleados sienten satisfacción cuando participan en actividades benéficas o de voluntariado y satisfacer este tipo de voluntades dentro de la empresa potencian la motivación intrínseca.
Asumir mayores responsabilidades
La realización personal y profesional motiva a los empleados, por lo que darles una mayor responsabilidad dentro de la compañía les hace sentirse realizados y sacar lo mejor de sí mismos.
Reconocimiento personal
Como hemos comentado anteriormente, el tipo de motivaciones materiales no son tan efectivas como las inmateriales. Las felicitaciones, el reconocimiento del trabajo bien hecho tiene más valor de los que podemos imaginar.
Potenciar los logros
La empresa puede avivar la motivación intrínseca recordando los logros positivos de los empleados a través, por ejemplo, de una publicación en el boletín de la empresa o la Intranet donde se señale que el aumento de las ventas de un determinado producto es mérito de todo el equipo y no sólo de los empleados que ocupan puestos directivos o de mayor responsabilidad.
Características para que una conducta se considere intrínseca
Son necesarias la autodeterminación, capacidad de una persona para decidir por sí misma algo, y la competencia, aptitud para hacer algo o intervenir en un asunto determinado. Son dos conceptos responsables de que nos guiemos por valores intrínsecos bajo nuestra motivación propia, en lugar de vernos influidos por factores extrínsecos a nosotros mismos.
Existen una serie de factores que provocan la motivación intrínseca, como son: el interés, placer, orgullo, recompensa interna, realización personal, habilidades, competencias, creencias y necesidades internas. No es necesaria la fuerza ni la imposición para conseguirla. Para conseguir una empresa donde los empleados tengan este tipo de motivación es necesario potenciar estos factores.
Las personas con motivaciones intrínsecas son más cooperativas y menos competitivas, además mantienen el interés por algo durante un período de tiempo más largo.
¿Son compatibles la motivación intrínseca y la extrínseca?
Históricamente, los teóricos de la motivación suponen por lo general que los motivadores intrínsecos, como por ejemplo, un trabajo interesante, son independientes de los extrínsecos, como un salario elevado. Pero la teoría de la evaluación cognitiva sugiere que es al contrario, están relacionados. Plantea que cuando las recompensas extrínsecas son utilizadas como pagos por las empresas a fin de obtener un desempeño mejor, disminuyen las recompensas intrínsecas, que surgen porque a los individuos les gusta su trabajo. En otras palabras, cuando se proporcionan recompensas extrínsecas a alguien para que lleve a cabo una tarea interesante, se ocasiona una reducción en el interés intrínseco de la tarea en sí.
Dependiendo de las recompensas extrínsecas los efectos en la motivación intrínseca serán diferentes. Las recompensas verbales incrementan la motivación intrínseca, sin embargo las motivaciones tangibles, como por ejemplo el salario, la disminuye.
Cuando una persona persigue una meta con un interés intrínseco, existe una mayor probabilidad de conseguirla, en caso de no hacerlo, aun así, seguiría siendo más feliz que si el interés fuera extrínseco.