La motivación y los programas de reconocimiento y recompensa son aspectos a los que desde el área de Recursos Humanos tratamos de prestar especial importancia, ya que la motivación, como su propio nombre indica, es el motor para realizar acciones y para el logro.
La clave de la motivación de los empleados y del reconocimiento no radica más que en dos factores: CONOCER y ADAPTARSE al momento. Es decir, lo que mueve a un empleado dependerá de su perfil y de su momento vital. Posiblemente, no serán las mismas herramientas las que tengamos que usar con un perfil de 25 años que está desarrollando su carrera o que tiene determinadas características de personalidad, que con una persona con una trayectoria y experiencia consolidada.
Igualmente, como ya sabéis, en otras ocasiones hemos hablado de la AUTOMOTIVACIÓN, y también de los programas más orientados a Salario Emocional, un factor muy tratado en cualquier documento “al uso” de Retención de Talento y también cuando hablamos de motivación a los colaboradores. Hoy nos gustaría ir más allá con estas claves para que quizá podamos ayudar a aquellos responsables a implicarse más en conocer y adaptar sus recompensas en los equipos de trabajo.
En la motivación y el reconocimiento no funciona “el café para todos”. Y es que en las organizaciones nos podemos encontrar diferentes perfiles, algunos de ellos son:
- El estable: Este colaborador prefiere desarrollar sus funciones en un entorno estable, predecible y seguro. Gusta de desempeñar un rol definido y con tareas claras y preferiblemente rutinarias. Para motivar a este perfil de trabajador, la comunicación con el líder es clave. Hay que mantenerle al corriente del devenir de la compañía y sobre todo de los logros y las buenas noticias. Esto le sirve como una inyección de energía. También es conveniente dejarle claro lo que se espera de él y apoyarle en periodos de cambios, ya que no lleva bien la incertidumbre.
- El amigo: Siente una fuerte pertenencia de grupo, por eso prefiere entornos laborales donde pueda relacionarse y tenga oportunidad de ayudar a los compañeros.Se motiva cuando se siente apoyado y útil para los demás y para la compañía. Su motor fundamentar es contar con él, pedirle opinión sobre cuestiones de empresa y siempre estará dispuesto. Este profesional es una especie de filántropo, les gusta las relaciones interpersonales y los eventos sociales.
- La estrella: Busca el reconocimiento, el respeto y la admiración del resto del equipo. Prefiere compañías jerarquizadas en las que, por supuesto, ocupe posiciones referentes que proporcionen la oportunidad de brillar. Para sentirse motivado necesita participar activamente en los proyectos, con posibilidades de crecimiento dentro de la compañía y renovando sus metas regularmente. Y cuando consigue sus objetivos, quiere ser premiado por ello y preferiblemente de forma pública, para que todos lo sepan.
- El director: es ese perfil que demanda poder de decisión y de control sobre otros compañeros y recursos de la empresa. Es un líder nato. Por eso, para motivar a este tipo de personas, es necesario darles responsabilidades, de forma que puedan promocionar en la empresa y mejorar sus perspectivas profesionales. Además valoran mucho el prestigio que les da ocupar cierta posición.
- El trepador: se mueve principalmente por lo material y lo económico. Le gusta ser reconocido por su rendimiento, de ahí que prefiera profesiones bien pagadas y con posibilidades de promoción. Se mueve por la recompensa, preferiblemente económica. Se motiva por su progresión profesional y escalar en el organigrama.
- El experto (o lo que hoy en día conocemos como Knowmad): Es una mente inquieta que busca conocimiento y especialización. Le gusta ejercer de guía o mentor del resto de compañeros y tener la oportunidad de compartir su experiencia. Se compromete mucho más con la empresa si esta les da la oportunidad de conectar con otros expertos para potenciar sus conocimientos.
- El creador: Se caracteriza por la innovación, creatividad y constante cambio. Se siente cómodo resolviendo problemas y trabajando en entornos poco predecibles y en constante evolución. Lo ideal para motivarle es dejarle participar en la creación de ideas y cediéndole proyectos que requieran soluciones originales. Le gusta que su creatividad sea reconocida. Lo peor que les puede pasar es pedirle que haga un trabajo rutinario porque se aburre rápidamente. Necesita estimulación continua.
- El independiente: Necesita tener autonomía y libertad. Prefiere la flexibilidad de horarios, tomar sus propias decisiones y funcionar según sus directrices. En realidad aplica su filosofía de vida en el trabajo como en su vida personal. Aunque al inicio pueda parecer incongruente con la manera de operar de una empresa, en realidad puede funcionar tan bien como cualquier otro empleado. Lo único que necesita es trabajar de forma más autónoma, teniendo claro cuáles son sus objetivos y su límites y responsabilidades.
- El investigador: se mueve por propósitos, de ahí que prefiera organizaciones comprometidas y en las que pueda aprender cosas y retroalimentarse. Le motiva especialmente la posibilidad de intercambiar conocimiento y compartir objetivos con el resto del equipo. Necesita tener feedbackde los compañeros para conocer sus procesos. Le gusta asumir roles destacados, donde poder aportar.
Estos perfiles, en mayor o menor media, representan necesidades en función del tipo de personalidad. Sin embargo, para alcanzar la meta de motivar a los colaboradores, no hay que olvidar conjugar estas características con el momento vivencial de cada persona y también, por supuesto, recompensar con acciones o actividades que puedan ser de impacto en cada colaborador.