Generalmente se recomienda purgar los radiadores al menos una vez antes de que comience la temporada de calefacción. Sin embargo, ¿qué pasa si el purgado se realiza cuando la instalación está a pleno rendimiento? ¡Estos consejos sobre purgar radiadores te ayudarán a salir de dudas!
Desde Remica Servicios Energéticos, empresa con más de treinta años de experiencia en instalaciones térmicas, recomiendan que si, a pesar de haber purgado los radiadores antes de la temporada de calefacción se escuchan ruidos extraños, puede que haya una burbuja de aire atrapada en el interior del radiador, en cuyo caso conviene purgar de nuevo el radiador. “Si aun así los ruidos persisten, conviene avisar a un especialista que realice una revisión y determine qué causa los ruidos, ya que puede ser una señal que indique un problema en la instalación”, afirman.
Eso sí, si el radiador forma parte de una instalación de calefacción central –en la que una misma sala de calderas proporciona calefacción a varias viviendas– es fundamental que, antes de realizar este nuevo purgado el usuario avise al responsable de la instalación, de modo que éste podrá velar para que, a pesar de los purgados, el nivel de presión del sistema de calefacción central se mantenga constante, con lo que se evita que se produzcan malos funcionamientos en el conjunto de la instalación.
¿Cómo purgar los radiadores de manera adecuada?
El purgado es una operación sencilla, que conviene hacer para poner a punto a los radiadores tras los meses en los que estos han permanecido inactivos. Y es que gracias al agua que circula en el interior de los radiadores, estos pueden transmitir el calor al resto de la estancia que se desea caldear.
Lo que suele suceder es que, durante los meses en los que los radiadores han permanecido apagados, es frecuente que se hayan realizado obras u otras actuaciones en la instalación de calefacción. Tras estas actuaciones, cuando se realiza un nuevo llenado de agua en la instalación, se crean bolsas de aire que van a parar a los radiadores.
Un aire que es necesario expulsar a través de un purgado, para lo cual es necesario tener en cuenta los siguientes consejos:
- ¡Purgar los radiadores es sencillo! Solo hay que girar la válvula de purgado y esperar a que salga agua, momento que indica que el aire ha sido expulsado del todo.
- Pequeños trucos harán que sea más fácil realizarlo. Un buen truco para no ensuciar es situar una botella de plástico bajo la válvula para que el agua caiga dentro de ella. Si a la botella se le realiza un agujero de unos 10 mm de diámetro en la parte alta, cerca del cuello de la misma, se puede manipular la válvula con un destornillador mientras todo el líquido queda dentro del recipiente.
- ¡Cuidado con las quemaduras! Recuerda que el purgado siempre debe realizarse con el radiador frío, ya que hacerlo en caliente puede provocar quemaduras. No obstante, si posteriormente, con la caldera a pleno rendimiento, el usuario nota que el radiador no calienta de forma adecuada, habría que repetir esta operación más adelante.
- Recuerda que en edificios de calefacción central el purgado de los radiadores de una vivienda influye en el conjunto de la instalación. Como decíamos al principio del artículo, en instalaciones de calefacción central es fundamental avisar antes de realizar el purgado. De ese modo, si el purgado se realiza antes de la temporada de calefacción, el usuario podrá informarse de si se ha producido el llenado de la instalación de calefacción o si esta permanece aún vacía, en cuyo caso sería inútil realizar el purgado por no haber agua en la instalación. Y si el purgado se realiza durante la época de calefacción, el responsable de la misma vigilará para que esta operación no influya negativamente en el conjunto de la instalación.
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Purgar radiadores: dudas frecuentes
¿Cuándo conviene purgar los radiadores?
Como hemos comentado antes, septiembre y octubre (meses previos a que empiece la temporada de calefacción) es la mejor época para purgar radiadores.
¡No esperes a que se desplomen las temperaturas se desplomen! Purgar radiadores en tu hogar antes de que comience la temporada de frío es necesario para asegurar una buena temperatura de calefacción y evitar derrochar energía. En cambio, en primavera y en verano, cuando la calefacción está apagada, no es necesario realizarlo.
¿Difiere el proceso de purgado según el tipo de radiador?
Los radiadores pueden ser de varios tipos. En función del material en el que están construidos, pueden ser de aluminio, hierro, chapa y acero. Sin embargo, purgar radiadores de manera correcta, no depende tanto del material del que están construidos, sino del tipo de válvula de purgado que estos tengan.
Las válvulas de purgado pueden ser de dos tipos: manuales (que para girarse necesitan un destornillador plano o llave) o automáticos (que son más frecuentes en los radiadores de aluminio).
Consejos adicionales para mantener tus radiadores a punto
A pesar de ser una tarea sencilla, para mantener los radiadores en buenas condiciones es necesario realizar el purgado de manera regular al menos, una vez al año. Pero, además, para que estos emisores de calor funcionen siempre en las mejores condiciones, hay que tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- No tapar los radiadores. Si frente a los radiadores se colocan muebles, cortinas u otros objetos, se dificulta la transmisión de calor a la estancia.
- No pintar los radiadores. Hay que tener en cuenta que cada capa de pintura es una dificultad añadida para que los radiadores puedan transmitir calor.
- Mantener los radiadores libres de suciedad. Pasar un paño suave por la superficie de los radiadores es suficiente para mantenerlos libres de partículas de polvo.
- Vigilar si aparecen humedades y manchas de óxido. Ambas son señales de deterioro y conviene llamar a un profesional si se detectan para evitar un daño mayor en el radiador.
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