¿Qué es la climatización en vehículos? ¿Qué diferencias tiene con respecto al aire acondicionado? ¿Cómo influye en el consumo energético del vehículo?
En los vehículos, el aire acondicionado puede considerarse un sistema más ‘sencillo’ de enfriar o calentar el habitáculo que la climatización. Y es que el aire acondicionado no precisa que los ocupantes del vehículo seleccionen las salidas del aire o la velocidad del ventilador.
Entonces, ¿qué es la climatización y cuál es su función? Mediante los sistemas de climatización del vehículo, el usuario solo tiene que seleccionar la temperatura de confort que desea alcanzar y el sistema hará que se mantenga estable. Incluso, hay sistemas de climatización de vehículos que permiten regular el frío y el calor por zonas.
Los sistemas de climatización en vehículos presentan muchas ventajas en cuanto a confort. Pero, para que funcionen con la máxima eficiencia, se recomienda seguir los siguientes consejos:
Mantener el interior del vehículo entre los 21 y 26ºC grados centígrados en situaciones de frío o de calor es aconsejable para que las personas disfruten de confort. Pero, además, evita el consumo rápido de combustible. Según datos aportados por la Dirección General de Tráfico, por debajo de los 20 grados el consumo de combustible se incrementa hasta un 20 por ciento.
Aunque no se utilice, es conveniente conectar el aire acondicionado de vez en cuando, especialmente en época de calor, y dejarlo encendido unos minutos para evitar que se resequen los conductos por falta de uso.
Si al entrar al vehículo se produce vaho en los cristales, es mejor activar el ventilador para aprovechar el aire del exterior que encender el aire acondicionado ya que eso incrementa el consumo de combustible.
Con lluvia, es recomendable orientar la calefacción interior del vehículo hacia los cristales para combatir el vaho y limpiarlos con una bayeta seca.
Si hace frío, ni el conductor ni el resto de ocupantes deben circular con el abrigo puesto. En el caso del conductor, las prendas de abrigo dificultan los movimientos. En el caso de todos los ocupantes, el cinturón de seguridad cumplirá peor su función ya que proporciona más protección cuanto más pegado se encuentre al cuerpo.
Si hay hielo en el cristal no se puede circular sin haberlo eliminado. Lo que nunca se debe hacer es accionar los limpiaparabrisas, que también estarán helados y que podrían estropearse al accionarlos. Tampoco conviene echar agua caliente ya que el cambio de temperatura podría romper el cristal, ni echar sal que evita la congelación pero no deshace el hielo y puede arañar el cristal.
Algunas de las maneras eficaces de eliminar el hielo de la luna del vehículo son:
- Justo después de arrancar el motor, conectar el ventilador al máximo y dirigir el aire hacia el cristal. Conviene hacerlo con el motor frío, para que el aire excesivamente caliente raje el cristal.
- Si la capa de hielo es fina, se puede verter alcohol en el parabrisas con alcohol, ya que su punto de congelación es inferior al del agua. También se pueden usar aerosoles descongelantes, aunque su precio es más elevado que el del alcohol.
- Si la capa de hielo es gruesa, lo mejor es utilizar una rasqueta para quitar el hielo. En caso de no disponer de ella, un CD o tarjeta plástica también podría utilizarse.
Si hace calor, ¿es mejor abrir las ventanas o encender el sistema de climatización? En ciudad, a bajas velocidades y con temperaturas no excesivamente elevadas, abrir las ventanillas cuando hace calor es más eficiente. Sin embargo, en carretera, ocurre lo contrario, debido a la mayor resistencia del aire, por eso es mejor circular con la climatización activa.
Estos consejos contribuyen a mejorar la eficiencia energética del vehículo, pero también a que la conducción sea más segura. Conducir con frío resta comodidad al conductor, lo que podría llegar a disminuir la atención al volante. Conducir con un calor excesivo, también resulta peligroso ya que puede producir somnolencia.
Remica Servicios Energéticos y la conducción eficiente
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