¿Puede un edificio de más de cien metros ser sostenible? La experiencia nos dice que sí. En Bruselas se ha inaugurado un rascacielos rehabilitado de 113 metros de altura, que actualmente acoge la nueva sede de la oficina de empleo belga.Un proyecto de rehabilitación energética que ha sido acometido por el arquitecto español Carlos Lamela y que ha sido calificado como el mayor edificio sostenible de Europa, ya que cuenta con 41 plantas y una superficie de 52.600 metros cuadrados.

El proyecto ha tardado seis años en materializarse y ha costado 55 millones de euros. Aunque se ha aprovechado la estructura del edificio original, que databa de 1947, se ha llevado a cabo un completo proceso de rehabilitación, gracias al cual ha obtenido la acreditación belga de “edificio pasivo” (Certificación BREEAM Very Good):

• Tras la reforma, se han incrementado los ahorros energéticos. Se ha logrado reducir el consumo de energía en un 90% y se ha disminuido el consumo de calefacción en un 60%. Se han instalado sistemas de climatización eficientes como el techo radiante.

• Se ha mejorado el aislamiento y la capacidad estanca de las fachadas con el objetivo de evitar pérdidas de energía. Se ha utilizado un triple vidrio con control de factor solar.

• Se ha sacado provecho de elementos naturales. El edificio cuenta con cubiertas vegetales que contribuyen a su eficiencia energética, ya que ayudan a acumular calor en invierno y protegen al edificio de la radiación solar durante los meses más cálidos.

• También se ha procurado decorar el interior con un mobiliario sostenible. Se han optado por sillas, mesas y demás mobiliario de oficina que permita una utilización flexible de los espacios. Además, las mesas están hechas de material reciclable.

El artífice de este proyecto, el estudio de arquitectura de Carlos Lamela, es el responsable de diversas obras en todo el mundo. En nuestro país, es el artífice de proyectos como el Lateral Este del estadio Santiago Bernabéu o la Terminal 4 del Aeropuerto de Barajas.

En su opinión, obras de rehabilitación energética como esta son necesarias ya que muestran la posibilidad de aprovechar una estructura existente y, al mismo tiempo, mejorar la sostenibilidad de la construcción; un reto imprescindible en pleno siglo veintiuno. En este caso, “el objetivo es intentar que el edificio, absorba el máximo de energía de fuera y emita la menor posible y que su construcción tenga todos los parámetros para su optimización».

Situación de la rehabilitación energética en España

Según refleja el Ministerio de Fomento en su web, en España existe un gran potencial para impulsar la rehabilitación energética ya que nuestro país cuenta con más de 25 millones de viviendas situadas en entornos urbanos. Muchas de estas edificaciones se hicieron antes del año 1979, fecha en la que se comenzaron a introducir las primeras regulaciones en lo relativo al aislamiento térmico de edificios.

Por tanto, la rehabilitación energética es una apuesta necesaria para que los núcleos urbanos, en continuo crecimiento, evolucionen hacia un modelo de desarrollo sostenible, eficiente, que garantice una buena calidad de vida para sus habitantes y equilibre la actividad humana con el medio ambiente.

Al mismo tiempo, tiene beneficios económicos tanto para los ciudadanos, que ahorran en su factura energética, como para la economía del país. De hecho, se considera que la rehabilitación es un sector de oportunidad para consolidar la recuperación económica a través del sector inmobiliario y de la construcción.

Otros países europeos que han impulsado este sector han logrado que la rehabilitación energética sea la primera rama de actividad de la construcción en Europa y que incluso durante la crisis han sido capaces de mantener y hasta incrementar levemente dicha producción.

Para tratar de seguir este modelo, el Gobierno ha elaborado una Estrategia a largo plazo para la Rehabilitación Energética en el sector de la edificación en España, en desarrollo del artículo 4 de la Directiva 2012/27/UE; documento que hizo llegar a la Unión Europea en julio de 2014 en coordinación con el Plan Nacional de Acción de Eficiencia Energética 2014-2020 (enviado a la UE el 30 de abril de 2014).

“Esta Estrategia, además de satisfacer los requerimientos de la Directiva, constituye un importante punto de partida para el impulso de la rehabilitación energética del sector de la edificación, así como una hoja de ruta que puede guiar a los distintos agentes que intervienen en los procesos de rehabilitación, en sus respectivas esferas de actividad”, explican desde el Ministerio.

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Fuentes: Diario Vasco, Ministerio de Fomento, Lamela.com (imagen)