El clima laboral es un aspecto que no deja de ser un reto diario para los departamentos de Recursos Humanos. De hecho, podríamos realizar un estudio de cuántas horas de la jornada laboral dedicamos a su gestión y a los aspectos que surgen alrededor del clima laboral.
Para todo profesional de este ámbito, el clima laboral es fundamental para gestionar eficazmente el talento, y por extensión el rendimiento de la compañía, ya que afecta directamente en la cuenta de resultados.
Dentro del clima organizacional existen varios factores a tener en cuenta y que, por supuesto en el entorno organizacional se verán reflejados, como decíamos, en los resultados:
1. Productividad: Se trata del aumento o disminución del rendimiento en función del trabajo necesario a realizar para obtener un resultado. Según Paz Garde, experta en productividad, coaching y GTD (Getting Things Done), “no hay que valorar a los trabajadores por las horas que están en la oficina, sino por la calidad del trabajo que desempeñan”.
2. Felicidad: Así se denomina el estado emocional que alcanza una persona cuando ha alcanzado la meta deseada. Según Andrés Ortega, HR Innovation Leader en la Fundación Personas y Empresas, “la felicidad en el ámbito laboral es algo relativo, es muy personal. Los profesionales que gestionamos personas debemos acostumbrarnos a preguntar qué es lo que hace feliz a cada uno para empezar a tomar decisiones que gestionen la felicidad en el trabajo”.
En este sentido, debemos realizar encuestas de clima, donde los colaboradores puedan ver reflejadas sus metas y que podamos tener en cuenta las mismas a la hora de desarrollar planes de acción. Igualmente, debe ser uno de nuestros objetivos en el proceso de valoración profesional que realizamos anualmente.
No obstante, este concepto de la “felicidad en el trabajo” ha llegado recientemente a las organizaciones, por lo que habrá que trabajar y profundizar como un reto a futuro.
3. Eficacia: Es la capacidad de alcanzar el resultado que se espera tras la realización de una acción. Es decir hablamos de la competitividad de las empresas y en consecuencia la competitividad de nuestros colaboradores, ya que ellos contribuyen a dicha competitividad con su trabajo diario.
Diferentes estudios han comprobado que la relación entre eficacia y felicidad es bidireccional: una persona será más eficaz si se enfrenta a su trabajo con una mentalidad positiva y trabajará con una mentalidad más positiva si siente que es eficaz y que logra que el trabajo salga adelante.
4. Innovación: Se trata de hacer algo diferente a lo habitual. Uno de los valores de Remica es la innovación e I+D en sus productos y servicios, y desde nuestro punto de vista la aspiración de cualquier empresa debería ser la misma, es decir, que este proceso no sea puntual, sino una actividad metódica y continuada en el desarrollo y evolución de la empresa.
5. Conciliación: Se trata de conseguir un equilibrio entre la vida profesional y personal y obtener un nivel de satisfacción acorde con las necesidades del momento de cada profesional. La conciliación permite trabajar mejor y obtener una mayor productividad empresarial, ya que contribuye al equilibrio emocional.
6. Autogestión: Es la capacidad y habilidad para desarrollar una actividad y lograr sus objetivos con autonomía. Este factor se trabaja mucho dentro de las organizaciones, así como la habilidad de los mandos intermedios para delegar y hacer responsables a sus colaboradores de sus propios objetivos, logrando así una mayor implicación y confianza en su desarrollo profesional.
7. Talento: Este concepto, en la actualidad muy discutido, es difícil de definir, ya que no en todas las organizaciones el talento es entendido de la misma manera. Sin embargo, para Remica se trata de la capacidad para desarrollar y aprender una actividad, así como para asumir mayores retos profesionales y/o conseguir los resultados con eficacia, basándose en la suma de competencias, habilidades, compromiso e involucración.
En nuestro post hablamos las claves a la hora de gestionar el talento, pero no debemos olvidar que la motivación, el compromiso y la alineación con los valores y el clima laboral de la organización son cruciales. Estos siete aspectos que hemos señalado son los que afectan a la hora de implicar, motivar y mejorar el entorno laboral, y como consecuencia se produce una mejora de la competitividad y la productividad de la organización.
Nuestro reto: gestionar el talento, activar la proactividad y desarrollar la autonomía de nuestros colaboradores, para el logro de los objetivos organizacionales y la satisfacción de nuestros equipos.