Una mala ventilación natural, junto con una climatización deficiente, influye negativamente en la salud de las personas. Así se desprende de un informe elaborado por el Buildings Performance Institute Europe (BPIE) sobre calidad del aire, confort térmico y luz natural.
El estudio, que se ha realizado en ocho países miembros de la Unión Europea -Bélgica (Región de Bruselas), Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Polonia, Suecia y Reino Unido (Inglaterra y Gales)- destaca que entre el 60 y el 90% de las personas pasan su tiempo en ambientes interiores, ya sea en centros de trabajo, centros de formación o viviendas. Por lo tanto, señalan que cuidar de la calidad del aire interior de los edificios es fundamental para la salud de las personas. Y sostienen que la mala calidad del aire interior de edificios podría haber provocado 99.000 muertes al año en Europa en el año 2012.
¿Cómo saber si la calidad del aire interior es buena o mala? Los autores del informe señalan que algunos de los factores que deben tenerse en cuenta son la tasa de ventilación y la exposición al moho o productos químicos. También influyen otros factores como la humedad, o los contaminantes que se pueden respirar durante los procesos de limpieza o de quema de combustible.
Usar la ventilación natural en edificios
La ventilación natural favorece las condiciones (mediante diferencias de presión y/o temperatura) para que se produzcan corrientes de aire de manera que el aire interior sea renovado por aire exterior, más frío, oxigenado y descontaminado. Es, por tanto, una estrategia de enfriamiento pasivo que facilita que se produzcan corrientes de aire para lograr la renovación del aire interior.
Frente a la ventilación forzada –aquella que recurre a ventiladores para conseguir la renovación del aire–, la ventilación natural no precisa de un aporte de energía artificial para conseguir la renovación del aire.
En nuestro país, la normativa técnica sobre calidad de aire DB HS3 del Código Técnico de la Edificación exige una correcta ventilación del edificio para garantizar la salubridad en el interior del mismo. “Los edificios dispondrán de medios para que sus recintos se puedan ventilar adecuadamente, eliminando los contaminantes que se produzcan de forma habitual durante el uso normal de los edificios, de forma que se aporte un caudal suficiente de aire exterior y se garantice la extracción y expulsión del aire viciado por los contaminantes”.
Beneficios de la ventilación
En efecto, ventilar los espacios interiores es fundamental para renovar el aire viciado interior y para eliminar sustancias que pueden resultar perjudiciales para la salud.
Gracias a una buena ventilación:
- Se elimina la sensación de entrar a un espacio y respirar “aire concentrado”. Los ambientadores y otros sistemas para perfumar, así como los productos de limpieza solo ‘maquillan’ el problema de respirar un aire viciado y no lo resuelven.
- El aire interior se libera de partículas que pueden ser nocivas para la salud como el humo de los cigarrillos o de las velas con parafina, ciertas sustancias que liberan barnices y pinturas, etc.
- Favorece la desaparición de partículas acumuladas en alfombras y moquetas (hongos, bacterias, ácaros) que de otro modo terminarían respirando las personas.
En los hogares, se recomienda ventilar la casa todos los días, incluso en invierno, especialmente si residen personas que pertenecen a grupos especialmente vulnerables ante la suciedad ambiental como niños pequeños, ancianos o personas sensibles a las sustancias tóxicas.
Métodos de ventilación natural
La ventilación natural es una alternativa sostenible a los sistemas de refrigeración. Como hemos señalado antes, mejora la calidad del aire interior pero sin necesidad de sistemas mecánicos, por lo que los edificios que emplean esta técnica logran reducir su consumo energético.
La ventilación natural directa es la más utilizada. Consiste en abrir las ventanas para renovar el aire. La ventilación natural cruzada se produce al abrir ventanas de fachadas opuestas generando una corriente de aire en el interior de la vivienda que disminuye el calor. Por otra parte, si la vivienda se encuentra en un edificio que cuenta con un patio central, por ejemplo, se puede propiciar una ventilación que nos ayude a ventilar nuestra casa.
Sabías que…
- Según un estudio realizado por la Agencia de Protección Ambiental de EEUU, un hogar puede concentrar entre 5 y 10 veces más sustancias tóxicas que en el exterior.
- Las ciudades que tienen mucho viento (por más incómodo que sea) son las ciudades más limpias. Zaragoza, por ejemplo, con su viento del cierzo, fue la ciudad elegida por Michael Jackson para ofrecer su concierto europeo en 1996 por ser la ciudad con el aire más limpio.