¿Por qué en las instalaciones térmicas conviene apostar por la eficiencia energética? ¿Qué tecnologías logran calderas eficientes?¿Qué es y cuál es el funcionamiento de una caldera de condensación y por qué se consideran la tecnología más sostenible? Trataremos de dar respuesta a todas estas preguntas para saber cómo una buena gestión de las instalaciones térmicas repercute en la mejora de la eficiencia energética y contribuye a luchar contra el derroche energético en España.
El derroche energético en España
Cabe destacar el último informe publicado por American Council for an Energy-Efficient Economy /ACEEE), International Energy Efficiency Scorecard 2016 el pasado 20 de julio donde sitúa a España en el séptimo puesto en materia de eficiencia energética.
La Unión Europea se ha propuesto reducir sus emisiones hasta en un 60% en el año 2050 respecto a 2010. Con esta situación es importante que tomemos conciencia de que ¡es hora de ahorrar energía! Hay que tener en cuenta que las familias son las responsables del 30% del consumo energético total en España y se reparte entre un 18% en la vivienda y un 12% en el coche.
Conviene apostar por calderas eficientes
Medidas como sustituir la caldera antigua e ineficiente por una de condensación es un paso que ayuda a potenciar la eficiencia energética dentro del hogar y, con el tiempo, supone una mejora a nivel nacional (en España se importa la mayor parte de la energía que se consume, por lo que cualquier reducción en el consumo energético es también un beneficio para la sociedad).
En el caso de las calderas comunitarias, para llevar a cabo cualquier tipo de actuación es necesario contactar con técnicos cualificados que, en primer lugar, realicen un estudio personalizado de la instalación, de modo que las soluciones propuestas se adapten a las necesidades reales de cada cliente.
Si la sala de calderas es antigua y presenta altos niveles de derroche energético, es muy probable que la solución pase por sustituir el viejo equipo por una una o varias calderas eficientes, según precise la instalación. En el momento actual, las calderas de condensación se consideran la tecnología más avanzada para contrarrestar el derroche energético y, teniendo en cuenta su elevado nivel de eficiencia energética, el ahorro en combustible se termina por amortizar la inversión realizada en muchos de los casos.
No obstante, además de apostar por calderas más eficientes, la instalación debe complementarse con otras actuaciones que permitan terminar con el derroche energético, entre ellos, revisar que el edificio cuenta con el pertinente aislamiento térmico, y realizar una adecuada gestión energética de las instalaciones.
¿Parece todo un reto? ¡No se preocupe! Las empresas de servicios energéticos como Remica le ayudan a terminar con el derroche de energía y a optimizar sus instalaciones. ¿Quiere más información? En Remica Servicios Energéticos contamos con más de treinta años de experiencia profesional. Teléfono: 91 396 03 00. Email: remica@remica.es
¿Por qué una caldera de condensación?
Según la Guía Básica de calderas de condensación de la Fundación de la Energía de la Comunidad de Madrid (Fenercom) queda más que justificada la utilización de las calderas de condensación en el caso de Madrid.
En función los análisis realizados para las condiciones climáticas de Madrid, debido a que el número de horas que la caldera puede entrar en régimen de condensación es muy elevado, se consigue un mayor aprovechamiento de combustible y las condiciones de diseño de la instalación.
Aunque hace más de tres décadas que se aplica la tecnología de condensación a las calderas, es en los últimos diez años cuando teste tipo de calderas ha comenzado a proliferear, especialmente en el norte de Europa.
En España, fue el año 2008 cuando este tipo de equipos comenzaron a ser más frecuentes gracias a las nuevas normativas puestas en marcha para obtener un mejor rendimiento energético y una reducción de los gases contaminantes generados por las instalaciones térmicas.
¿Cuál es el funcionamiento de las calderas de condensación?
La Guía práctica sobre instalaciones individuales de calefacción y agua caliente sanitaria (ACS) en edificios de viviendas explica cuál la base del funcionamiento de las calderas de condensación que las hace ser más eficientes. Según se explica en la guía, «en una caldera a gas convencional, a diferencia de las calderas de condensación, se desaprovecha una parte importante de energía al evacuar los gases de la combustión, que contienen vapor de agua, por la chimenea o salida de humos. Es en este vapor de agua donde se aloja una parte importante de esa energía que no es aprovechada por la caldera convencional».
El funcionamiento de las calderas de condensación hace que estas presenten diversas ventajas:
- Ahorran energía y son energéticamente más eficientes. ¡Se calcula que las calderas de condensación consiguen un ahorro en torno al 25-30% en el consumo de energía! Este ahorro se deja notar especialmente en las calderas comunitarias, donde se tienden a consumir grandes volúmenes de combustible.
- Son más sostenibles. Como hemos mencionado, la caldera de condensación recupera el calor latente proveniente de la condensación de los vapores de agua (en otro tipo de calderas, este tipo de calderas se desperdiciaba en la salida de humos). Con la recuperación de energía, se reduce la temperatura de los gases de combustión hasta valores de 45 grados centígrados o inferiores, con lo que se reduce la emisión de gases contaminantes. De hecho, se considera que las calderas de condensación reducen hasta en un 70%, las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) y dióxido de carbono (CO2). Por ello, se considera que son más respetuosas con el medio ambiente.
- Más rendimiento. Al aprovechar el calor del vapor del agua, alcanzan rendimientos de alrededor del cien por cien; mayores que otro tipo de calderas.
- Su instalación puede estar subvencionada. Muchas comunidades autónomas preocupadas por mejorar la eficiencia energética de las instalaciones térmicas ofrecen subvenciones para tratar de impulsar la implantación de este tipo de tecnología.
¿Cuántos tipos de calderas existen?
Las calderas de condensación en España son una tecnología en auge. Sin embargo, en la actualidad en las instalaciones térmicas coexisten otros tipos de calderas, tal y como figuran en la Guía Práctica del IDAE:
- Calderas de baja temperatura.Trabajan con temperaturas de retorno del agua bajas (40-60ºC) y con baja temperatura de humos (90-120ºC), contando con eficacias superiores. Su principal aplicación es en instalaciones donde se pueda trabajar un número elevado de horas a temperaturas bajas del circuito de agua caliente.
- Calderas atmosféricas. En este tipo de calderas la combustión se realiza en contacto con el aire de la estancia donde está ubicada la caldera. Está prohibida la adquisición de calderas atmosféricas desde el 1 de enero de 2010.
- Calderas estancas. En estas calderas la admisión de aire y la evacuación de gases tienen lugar en una cámara cerrada, sin contacto alguno con el aire local en que se encuentra instalada. Tienen mejor rendimiento que las calderas atmosféricas.
- Calderas con modulación automática de la llama. Este sistema minimiza los arranques y paradas de la caldera, ahorrándose energía al adecuar, en todo momento, el aporte de calor a las necesidades, mediante el control de la potencia térmica aportada (potencia de la llama).
El uso de calderas de condensación en España garantiza el máximo confort y contribuyen en parte a mejorar la eficiencia energética y respetar el medio ambiente.