Utilizar dispositivos como cronotermostatos o termostatos ayuda a mejorar la eficiencia energética de nuestras viviendas. Gracias a estos elementos de regulación y control, las personas pueden alcanzar la temperatura de confort que desean en sus casas sin que se produzca un derroche de energía.
El termostato es el más elemental de los dos. Conectado a una fuente de calor o frío, su función es impedir que la temperatura suba o baje de lo que se haya prefijado. Para lograrlo, conecta o desconecta automáticamente dicha fuente.
Por su parte, los cronotermostatos van un paso más allá al tratarse de equipos más sofisticados, que permiten controlar la temperatura por horas, y programar su puesta en marcha y apagado con gran precisión.
Es decir que, gracias a los termostatos, el usuario puede ajustar la temperatura de confort deseada. Pero si se trata de cronotermostatos, también puede elegir el horario de funcionamiento, fijar horarios de funcionamiento independientes en cada vivienda y diferentes consignas de temperatura, según las necesidades particulares.
En la práctica, ¿cómo utilizan los termostatos/cronotermostatos los usuarios?
Gonzalo F. vive en una de las comunidades de propietarios de Parla (Madrid) con una sala de calderas comunitaria gestionada por Remica Servicios Energéticos, en la que los vecinos pueden disfrutar de manera individualizada de su calefacción. En su vivienda la temperatura se regula gracias a un termostato.
“Pagamos por la calefacción que consumimos. Si en temporada de invierno apagamos la calefacción no pagamos más que por los gastos de mantenimiento, que son mínimos”, asegura, y nos explica que está muy contento con este sistema.
Durante los meses de invierno, cuando llega a casa, utiliza el termostato instalado por Remica para encender la calefacción. “La ponemos a 21 grados centígrados, porque consideramos que es la temperatura de confort adecuada, a la que nos sentimos a gusto”, afirma.
Gonzalo nos explica que es muy fácil entender el mecanismo de funcionamiento del termostato. “Solo hay que encender y apagar, y seleccionar la temperatura adecuada, por ello es muy sencillo de utilizar, incluso para personas de avanzada edad que quizá tuvieran más dificultades con modelos más complicados”.
Aunque su modelo de termostato activa y desactiva la calefacción en función de si ha llegado a la temperatura de confort indicada –en su caso 21 grados centígrados–, a diferencia de los cronotermostatos, no es programable, por lo que hay que encenderlo y apagarlo manualmente. “Si alguna noche nos olvidamos de desconectarlo, a la mañana siguiente nos despertamos con más calor del que es habitual. Además, aunque no suele ser mucho, a final de mes se nota la diferencia en el precio que pagamos”.
¿Cómo funcionan los cronotermostatos o los termostatos en instalaciones de calefacción central individualizadas?
En instalaciones con calefacción central en las que se ha individualizado el consumo de calefacción, la utilización que hacen las personas de sus termostatos o cronotermostatos influye en la factura energética que deberán pagar a final de mes.
No obstante, conviene tener en cuenta que, al disponer de sala de calderas comunitaria, la eficiencia energética de la instalación también depende de otros factores. La Guía práctica sobre instalaciones centralizadas de calefacción y agua caliente sanitaria en edificios de viviendas publicada por el IDAE destaca que:
- El horario de funcionamiento del sistema de calefacción debe adaptarse a las necesidades de los habitantes del edificio ya que, aunque las viviendas dispongan de un termostato o un cronotermostato, no habrá servicio de calefacción si las calderas no se han arrancado previamente. Es decir, que el hecho de disponer de equipos de control individuales (termostatos o cronotermostatos) significa que pueda darse calefacción a todas horas, sino únicamente dentro del horario programado para este servicio en la sala de calderas.
- Además, conviene concentrar las horas de utilización del sistema de calefacción. En las horas en que pocos usuarios hagan uso del servicio el rendimiento de generación disminuye. Como las instalaciones proporcionan mejores resultados con largos períodos de funcionamiento, conviene asimismo programar los sistemas de regulación de la calefacción con temperaturas más bajas y asociarlas a horarios de calefacción más amplios. De esta forma, se logra un mayor confort y un funcionamiento más homogéneo de las instalaciones, sin un gran incremento del costo de explotación.
En resumen, que para optimizar el rendimiento de la instalación de calefacción la Guía práctica sobre instalaciones centralizadas de calefacción y agua caliente sanitaria en edificios de viviendas recomienda programar el funcionamiento de la sala de calderas durante más horas con curvas de temperaturas bajas. De ese modo los usuarios también tenderán a programar con sus cronotermostatos o termostatos horarios amplios de calefacción para lograr la temperatura de confort deseada.
En caso contrario, el rendimiento de la instalación de calefacción será inferior ya que habrá que programar curvas más altas para que las viviendas puedan alcanzar la temperatura deseada en menos tiempo.
Si quiere más información sobre instalaciones de calefacción comunitarias de uso individualizado, así como sobre la instalación de termostatos o cronotermostatos no dude en contactar con Remica Servicios energéticos. Le atendemos en el teléfono 91 396 03 00 y en el email remica@remica.es
Pies de foto: Imagen superior, cronotermostato. Imagen inferior: termostato