¿Por qué individualizar el consumo?
Dentro de un mismo edificio cada vivienda tiene sus propias necesidades térmicas; hay viviendas más cálidas y más frías en función de factores como la orientación o la configuración de cada una. Además, esta medida influye en la concienciación de las personas. En algunas de las comunidades donde ya se ha individualizado el consumo, los vecinos hacen un uso más racional de la calefacción, ya que son más conscientes de cuánto cuesta lo que consumen.
Pero, además, la individualización de la calefacción con Remica tendrá un efecto positivo en las arcas públicas. Dado que la mayor parte del consumo energético de los edificios de viviendas se produce en las instalaciones térmicas, principalmente en la demanda de calefacción, esta medida contribuirá a que España cumpla con el compromiso alcanzado con la Unión Europea para conseguir un ahorro del 20% en la energía primaria para el año 2020.
¿Qué debe hacer el usuario?
Para cumplir con la individualización del consumo de calefacción, cada radiador deberá tener un repartidor de costes. Sencillos de instalar, estos dispositivos electrónicos se colocan sobre la superficie del radiador y, normalmente, solo es necesario fijarlos mediante unos tornillos de sujeción. Constan de una carcasa, los sensores, un dispositivo de cálculo, una pantalla, una fuente de alimentación, los elementos de instalación y un precinto.
El repartidor electrónico de costes de calefacción de Remica registra la temperatura en la superficie del calefactor, así como la temperatura ambiente. La diferencia entre ambas es el baremo que utiliza para calcular el consumo calórico.
Se debe tener en cuenta, que la contabilización individualizada de consumos se recoge en el Proyecto del Real Decreto por el que se transpone la Directiva Europea de Eficiencia Energética 2012/21/UE, que señala la necesidad de tomar esta medida en las instalaciones térmicas a partir del 1 de enero de 2017.
Por otro lado, si queremos aumentar la eficiencia energética de los radiadores, es necesario acompañar los repartidores de costes con la instalación las válvulas con cabezal termostático. Estas válvulas permiten regular la temperatura de cada radiador, para adaptarla a las necesidades de calor de cada estancia de la vivienda.
Existen válvulas en las que el cabezal termostático es programable, lo que permite a cada usuario determinar en qué horario debe funcionar cada radiador, con el consiguiente ahorro energético y económico que ello supone.
Al tratarse de un elemento de la instalación térmica, la válvula termostática, o cualquiera de sus elementos (cuerpo de válvula y cabezal), debe ser instalada obligatoriamente por una empresa instaladora térmica.
La utilización de estos dispositivos puede llegar a suponer ahorros del 30% en energía lo que, en una vivienda media, puede traducirse en una disminución anual de la factura de calefacción de hasta 210 euros.
