Existen múltiples recomendaciones y consejos para reducir el consumo de un edificio público que se pueden aplicar; un gesto que ayude a combatir el derroche energético tal y como promueven las instituciones europeas.

La Directiva 2012/27/UE, relativa a la Eficiencia Energética, exige que en el período comprendido entre 2014 y 2020, se rehabilite anualmente un 3% de la superficie total de los edificios públicos de la Administración General del Estado (AGE) o que se pongan en marcha las medidas alternativas para alcanzar la misma cantidad de ahorro energético. Sin embargo, el informe Implementing the EU Energy Efficiency Directive: Analysis of Member States Plans to Implement Article 5 señala que solo 11 de los 28 estados miembros han decidido seguir el enfoque estándar y realizar rehabilitaciones energéticas de su parque edificatorio en propiedad y de cualquier delegación de su Administración central.

¿Qué medidas deberían aplicarse para mejorar la eficiencia energética de estos edificios? Estos son algunos de los consejos para reducir el consumo de un edificio público que proporcionan organismos como la Agencia Andaluza de la Energía y el IDAE:

Aplicar medidas de ahorro energético

Es de gran importancia adoptar medidas de ahorro energético, como por ejemplo, sustituir e instalar equipos y dispositivos de alta eficiencia; una medida que podría lograr ahorros de hasta el 80%, según la Agencia Andaluza de la Energía.

Equipos de cogeneración, calderas de alta eficiencia, sistemas domóticos, lámparas energéticamente eficientes… son medidas que ayudan a reducir el consumo energético en edificios públicos.

Mejorar la calificación energética del edificio

La calificación energética proporciona información sobre el consumo energético de edificios. Se calcula que los edificios con una alta calificación energética (clase A) consumen hasta un sesenta por ciento menos energía respecto a los de baja calificación (clase D).

• En nuevas construcciones la fase de planificación es fundamental para lograr la máxima calificación energética. Planificar la arquitectura del edificio teniendo en cuenta las condiciones climáticas de la zona, incluir el aislamiento necesario, instalar ventanas de doble vidrio, elementos de protección solar, etc. son medidas que harán que las construcciones sean energéticamente más eficientes.

• Rehabilitación de los edificios existentes. Especialmente en edificios antiguos es conveniente analizar el comportamiento energético del edificio y tomar las medidas necesarias para mejorar en eficiencia energética. Se recomienda prestar atención a los principales consumidores de energía del edificio, entre ellos la iluminación, la climatización y los ascensores.

• Realizar una adecuada gestión energética, sustentada por una empresa de servicios energéticos (ESE) que planifique y aplique más medidas de ahorro y eficiencia energética (MAEs) más adecuadas, que asegure el máximo confort con el mínimo consumo energético.

Todas estas medidas han de acompañarse siempre de un correcto mantenimiento de las instalaciones, así como de una concienciación a los usuarios del edificio para que adopten costumbres eficientes energéticamente. Apagar las luces cuando una habitación se queda vacía o desconectar la pantalla del ordenador durante ausencias prolongadas del puesto de trabajo son pequeños gestos que, realizados por muchos usuarios, suman para ahorrar energía en los grandes edificios públicos.

Eliminar barreras administrativas

Aunque es cierto que existe un gran potencial en el sector de los edificios públicos para ahorrar energía, este objetivo se ve dificultado en ocasiones debido a barreras de tipo administrativo o legal. “Así, por ejemplo, en el presupuesto del sector público, la partida destinada a inversión en tecnologías consumidoras de energía es diferente a la destinada al mantenimiento y suministro energético de estos mismos equipos. Esta división, en dos áreas incomunicadas, plantea dificultades a la hora de seleccionar nuevos equipos con criterios de eficiencia energética, ya que sólo se considera la inversión económica sin ligarla a la factura energética y de mantenimiento a lo largo de toda la vida útil de la instalación”, explican desde el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE).

Consciente de estas dificultades, el IDAE ha elaborado un modelo de contrato de servicios energéticos y mantenimiento integral para los edificios de titularidad pública. Para más información en la web del IDAE.

Un ejemplo práctico: el proyecto europeo A2PBEER

El proyecto A2PBEER, financiado por la Unión Europea, analiza distintos sistemas que permitan mejorar la eficiencia energética de los edificios públicos.

¿Qué es lo que ha motivado esta iniciativa? Las administraciones europeas conocen la necesidad de reducir el derroche energético en los edificios públicos de la UE ya que se calcula que los edificios construidos antes de 1980 consumen alrededor del 95% de la energía utilizada en la edificación.

El enfoque bajo el que se está desarrollando el proyecto A2PBEER es bastante innovador ya que se emplea un mix de soluciones avanzadas e innovadoras, siempre desde un prisma asequible económicamente.

Ventanas que dan calor en invierno y refrigeran en verano, dispositivos que proporcionan luz solar a cuartos oscuros, etc. son algunos de los elementos que se están probando en este proyecto, en tres ciudades diferentes con características climatológicas distintas: en Malmo (Suecia), Bilbao (España) y Ankara (Turquía). Para conocer más información sobre el proyecto, se puede visitar la web www.a2pbeer.eu .

¿Le interesa más información sobre mejorar el consumo de energía en edificios pública? En Remica Servicios Energéticos, con más de treinta años de trayectoria profesional, somos especialistas en ofrecer propuestas de ahorro y eficiencia energética en todo tipo de edificios públicos. Para más información, nuestro email es remica@remica.es