A lo largo de los años, Remica ha ido consolidando su liderazgo en el sector de los servicios energéticos, un hecho que no habría sido posible sin una excelente gestión estratégica y una alta orientación hacia las personas que forman parte de la compañía.
En este sentido, las evaluaciones del desempeño y las encuestas de clima son un buen indicativo para que cualquier organización pueda conocer cuáles son las cualidades del “mejor líder”.
Tras un trabajo conjunto de toda la organización, desde Recursos Humanos consideramos que son ocho los hábitos que un buen gestor de equipo de trabajo debe poner en marcha con sus colaboradores para el logro de los objetivos. Éstos los englobamos en nuestros Programas de Desarrollo para nuestro equipo directivo y de mandos intermedios y se resumen en los siguientes puntos:
1. Ser un buen coach: ayudar al equipo a triunfar. Es muy importante en un responsable la capacidad de dar feedback a los empleados/as y sentarse conjuntamente para atender las dificultades.
2 .Facultar a los colaboradores o empowerment y no hacer micro-administración. Muchos responsables se adentran en tareas cotidianas y olvidan lo más importante: gestionar la estrategia, ofrecer autonomía y seguimiento al trabajo de sus colaboradores.
3. Interés por el éxito del equipo y por su bienestar personal. A veces se cree que la persona puede dividirse dentro o fuera de la organización. Es un error. Un buen líder se ha de preocupar porque la persona se sienta bien en su conjunto. Aquí toma una gran importancia la transición o la acogida de los nuevos empleados/as.
4. Ser productivo y orientación a los resultados. El responsable debe brindar a sus colaboradores todos los medios para que alcancen sus resultados. Un líder “majo” pero que no logra resultados, no es un buen “líder”. No lo olvidemos.
5. Comunicar y escuchar al equipo. Puede que esta sea una de las habilidades más complejas de desarrollar ya que la comunicación ha de ser bidireccional, se debe dar tanto del responsable hacia el colaborador como en sentido contrario. Y lo más importante: comunicar no significa sólo informar, sino verificar que se ha comprendido.
6. Apoyar a los colaboradores en el desarrollo de sus carreras. Las personas con talento quieren mejorar y un buen líder les brinda los medios para que todo ello ocurra.
7. Visión y estrategia clara para el equipo. Un buen líder es aquel que sabe contar con todo su equipo para alcanzar la estrategia prevista.
8. Habilidades técnicas para ayudar al equipo. Por supuesto, los colaboradores demandan habilidades técnicas y conocimientos de sus responsables para que puedan apoyarles en la consecución de resultados y más aún, puedan aprender con ellos. En nuestro sector es realmente importante este factor, no sólo en áreas técnicas, sino en todas las que conforman la compañía. Comprobamos que es un factor que transversalmente es demandado y valorado en gran medida.
Nuestro proyecto presente y futuro es continuar desarrollando y creciendo en estos hábitos, logrando avanzar y gestionar el mayor reto que una compañía tiene en sus manos.