En nuestro país la energía solar térmica ha ido ganando en importancia durante la última década. ¿En qué consiste esta forma de energía considerada renovable? ¿En qué medida afecta a nuestras vidas? ¿Cómo ha sido la evolución de la energía solar térmica en España? Intentaremos responder a estas y otras preguntas a través de los informes, consejos y opiniones de actores relevantes del sector energético.
Aplicaciones de la energía solar térmica
La energía solar térmica consiste en aprovechar la radiación solar para, por ejemplo, calentar agua de tubería en el sector residencial y servicios.
Según el IDAE, la energía solar se puede aprovechar de forma pasiva (sin elementos mecánicos) o de forma activa (mediante elementos mecánicos). A su vez, la energía solar activa puede ser de tres tipos: de baja temperatura, de media temperatura y de alta temperatura.
Las aplicaciones de baja temperatura, realizadas con colectores planos vidriados (conocidos como paneles solares) son las más extendidas comercialmente. Sus principales aplicaciones son:
- -En edificios la energía solar térmica se puede usar para generar agua caliente sanitaria (ACS), calefacción e, incluso, para calentar piscinas.
- -En instalaciones industriales suele aplicarse para producir agua caliente sanitaria y para la parcelación de agua para procesos.
- -En instalaciones agropecuarias se utiliza para tener calefacción en los invernaderos. En las pisifactorías se usa para generar agua caliente.
Parte del auge de esta implantación se debe a la aprobación en 2006 del Código Técnico de la Edificación (CTE) que, en su Exigencia básica HE 4, establece una contribución solar mínima de agua caliente sanitaria para edificios de nueva construcción.
Evolución de la Energía Solar Térmica en España
Desde el año 2000, la energía solar térmica ha ido ganando importancia dentro de las energías renovables. Según se desprende del Informe estadístico energías renovables, en general nuestro país ha duplicado con creces el consumo primario de energías renovables desde el comienzo del siglo veintiuno y la tendencia no ha hecho más que crecer hasta 2014 (último año del que se presentan datos).
Aunque los biocombustibles (biomasa, biogás, residuos sólidos urbanos y biocarburantes) continúan dominando el mercado renovable, los autores del informe destacan que “la incorporación y expansión de nuevas tecnologías como la eólica o la solar termoeléctrica han supuesto una reducción significativa de la cuota de los primeros cercana a los 19 puntos porcentuales”.
En cuanto a los recursos solares, la solar térmica ha evolucionado desde un 0,4% en 2000 hasta el 1,5% de los consumos primarios renovables en 2014, multiplicando en más de tres veces su participación en la cesta energética renovable.
Opiniones del sector
El pasado mes de junio de 2015, la Federación Europea de la Industria Solar Térmica (ESTIF) valoraba muy positivamente un informe publicado por la Comisión Europea sobre la evolución de las energías renovables en la Unión Europea. Según este documento, la energía solar térmica cubre el 17% de las necesidades de climatización de la UE. No obstante, desde ESTIF recuerdan que queda mucho por hacer ya que el potencial de crecimiento de este sector es todavía mayor.
“La energía solar térmica es crucial para prescindir de las fuentes de energías fósiles, cubrir las necesidades de climatización, avanzar hacia la energía descentralizada y contribuir así a la seguridad energética de la Unión Europea”, afirman los representantes de ESTIF en declaraciones recogidas por el portalenergias-renovables.com.
De la misma opinión es la a Asociación Solar de la Industria Térmica (ASIT) quien en su informe Mercado 2014: Energía Solar Térmica en España apunta a un incremento de la potencia instalada. Así, en 2014 se habrían instalado en España un total de 178,5 MWth (255.000 m2), lo que representa un incremento del 9,7% respecto del resultado obtenido por el mismo estudio en 2013.
Según las cifras de ASIT, se habría superado la cifra de 2,4 GWth en el acumulado de potencia instalada de energía solar térmica en el país, lo que equivale a casi tres millones y medio de metros cuadrados instalados y en operación. Los autores del informe destacan que “por segunda vez desde 2009, hemos crecido, rompiendo así una tendencia sostenida a la baja que, en los últimos cuatro años, había acumulado un descenso del mercado de más del 50%”.
Y miran al futuro con cierto optimismo ya que, aunque “no podemos hablar de recuperación, si cabe la esperanza de que hayamos tocado fondo y que el rebote nos lleve a un ciclo de crecimiento sostenido que, al menos, nos permita recuperar lo perdido en el más breve plazo posible”.