Todo sistema susceptible de alcanzar la excelencia lo logra a través del aprendizaje y la práctica; son partes fundamentales del aprendizaje la innovación, la investigación y la formación continua. Una organización es un sistema formado por un conjunto de relaciones complejas entre los recursos humanos que la conforman; el objetivo de este sistema es fabricar productos o proveer servicios de interés para la sociedad. Por ello, la organización como sistema alcanzará la excelencia cuando sus productos y servicios sean altamente valorados por los grupos a los que van dirigidos. A su vez, esta percepción de excelencia por parte de los clientes estará fundamentada en un funcionamiento perfecto del sistema organizacional, que habrá alcanzado este nivel a través de la innovación, la investigación y la formación.
¿Cómo se combinan estas variables a la hora de instrumentar la formación en una organización?
Para nosotros, la formación es el pilar sobre el que se asienta la evolución de la empresa, y tiene como resultado la producción de bienes y servicios más cercanos a las necesidades de nuestros clientes, de la sociedad, aportando cada vez mayor valor añadido. Es decir, la formación continua está presente en todas las actividades cotidianas de la compañía, no solo a través de los itinerarios formativos o de los planes de mejora individual o grupal.
Esto significa que en el reparto de funciones, en la asignación de responsabilidades, se tiene siempre presente cómo mejorar lo que ya se hace bien, mediante formación y puesta en práctica de lo aprendido, rotando tareas y utilizando cualquier estrategia que sirva al fin de mejorar competencias o adquirir las que no se tienen.
La formación en Remica se nutre por dos vías: interna y externa. La formación externa es muy importante porque provee a la organización nuevas ideas, puntos de vista desarrollados en el ámbito de otras organizaciones y con ella se contribuye a la actualización continua de la empresa.
La formación interna se articula profundizando en las buenas prácticas, haciéndolas extensivas a otras personas o áreas a las que pueda servir como modelo; se articula además a través de la innovación y la investigación, y con sólidos planes de formación que recogen el fruto de estos trabajos de investigación e innovación, y los hacen extensibles a todos los profesionales de la plantilla involucrados en áreas de trabajo afectadas por estos nuevos desarrollos.
Ambas fuentes, formación interna y formación externa son claves en la mejora continua de la empresa: como decíamos, una organización es un sistema vivo, dinámico, y necesita incorporar los avances que se van produciendo en el sector al que pertenece, con una visión amplia, que abarque tanto los progresos del mercado exterior, como los derivados de sus propios procesos de I+D+i.
Con el claro propósito de integrar todos los beneficios de la continua actividad de I+D+i de la compañía, convirtiendo en cursos de formación el producto de dicha innovación, y los que provienen de la formación externa, es decir, aquella en la que Remica ha seleccionado proveedores externos con altos estándares de calidad demostrada, nuestra empresa lanza ahora su Universidad Corporativa, denominada Campus Remica.
Confiamos en que este nuevo proyecto dará un gran impulso a la formación, algo que siempre ha constituido una seña de identidad en Remica, permitiendo su despliegue de una forma más extensa, flexible y continuada.
El conocimiento experto estará disponible para todos los profesionales de la compañía, a través de los diferentes itinerarios en función del área a que pertenece cada empleado; además de la formación en formato “curso”, la Biblioteca será un órgano de consulta de libros y artículos relacionados con nuestra actividad, segmentada también en función de los conocimientos necesarios para cada función. También se dotará a las diferentes acciones formativas de foros y wikis especializadas, que se podrán consultar desde cualquier dispositivo, en cualquier momento.
Las organizaciones, sistemas dinámicos hoy más que nunca, no pueden sobrevivir sin invertir de forma permanente en la mejora de sus productos, procesos y servicios, y el gran aliado de esta mejora, imprescindible además, es la formación permanente, extendiendo por la empresa las mejores prácticas de cada área, dedicando esfuerzos a la innovación e investigación, estructurándolo a través de los planes de formación y desarrollo anuales.
Las organizaciones tienen un ciclo vital, tal como lo tienen también las personas, nacen, se desarrollan y mueren (o no). Para que la empresa no muera ni entre en declive, la empresa tiene una palanca clave en el proceso de la mejora continua que puede garantizar su supervivencia: la formación e innovación permanente.
Campus Remica nace de este convencimiento por parte de nuestra organización: promover el desarrollo integral de nuestros profesionales es nuestra garantía para mantener la capacidad de seguir prestando un servicio excelente a nuestros clientes contribuyendo además a mantener una plantilla altamente motivada por las grandes expectativas de desarrollo profesional.