Si vive en uno de los 18 millones de viviendas que cuentan con calefacción central en España es probable que en alguna reunión de vecinos hayan surgido disputas sobre la temperatura de la calefacción o el horario de encendido y apagado.
Sin embargo, sería muy fácil acabar con esas discusiones y además conseguir un ahorro en la factura de la calefacción: cada usuario podría individualizar su propio consumo. Para ello, basta con instalar en cada radiador un repartidor de costes, que permite medir lo que se consume, y una válvula termostática, capaz de controlar el caudal de agua en el radiador. La instalación se completará además con un equilibrado hidráulico del edificio que permitirá minimizar las diferencias de temperatura entre viviendas.
La individualización puede suponer importantes ahorros en la factura: en torno a 180 euros anuales, según la empresa alemana Ista, una de las principales compañías en Europa de facturación de consumos de agua y calefacción
Tanto los repartidores de costes como las válvulas termostáticas cuentan además con subvenciones por parte de algunas comunidades como es el caso de Madrid (más información).
Asimismo, si a esta medida de ahorro energético se le unen otras como la sustitución de las calderas por otras más eficientes como son las de condensación o la utilización de combustibles más baratos y menos contaminantes como el gas natural, las comunidades de vecinos verán como su factura energética disminuye drásticamente.
Si tiene cualquier duda en este sentido, puede ponerse en contacto con Remica a través del teléfono 91 396 03 03 o del correo electrónico (remica@remica.es).
*La contabilización individualizada de consumos se recoge en el Proyecto del Real Decreto por el que se transpone la Directiva Europea de Eficiencia Energética 2012/21/UE, que señala la necesidad de tomar esta medida en las instalaciones térmicas a partir del 1 de enero de 2017.