Una de las preguntas que con más frecuencia realizan nuestros clientes es ¿cómo puede realizar Remica la lectura de contadores si los técnicos no entran en las viviendas?

La respuesta es sencilla: la lectura de los dispositivos de reparto de costes (contadores o calorímetros) se realiza mediante radiofrecuencia. Es decir, que los técnicos pueden captar todos los datos necesarios gracias a un dispositivo electrónico que llevan consigo, por lo que no es necesario entrar en las viviendas para acceder físicamente al dispositivo de lectura.

¿Significa esto que los técnicos de Remica no se desplazan al edificio? No. Los técnicos de Remica tienen que acceder a la finca portando un receptor de datos portátil pero pueden realizar la lectura desde un lugar de las instalaciones comunes, generalmente desde las escaleras. Posteriormente, esos datos se descargan en nuestros sistemas para poder realizar las facturas.

En la actualidad, en algunas instalaciones como las redes fijas, los dispositivos receptores de datos o centralitas no son dispositivos móviles, sino que están fijos en los edificios cuyos contadores van a leer.

Ventajas de la lectura de contadores por radiofrecuencia

Frente a los sistemas tradicionales, estos sistemas de lectura  presentan las siguientes ventajas:

• Se preserva la intimidad de las viviendas. El proceso se vuelve más cómodo para los usuarios, ya que no se ven obligados a permitir el acceso a sus viviendas para que los técnicos de Remica realicen la lectura de contadores.
• Se automatiza el proceso. Las lecturas se obtienen de forma automática, con lo que se descartan los errores humanos.
• Permite la detección de un mal funcionamiento. La automatización del proceso de lectura facilita la detección de datos anormales que puedan dar pistas de un funcionamiento poco habitual.

¿Dónde se instalan?

Actualmente, muchas comunidades de propietarios con instalaciones térmicas que prestan servicio de calefacción y agua caliente a varias viviendas han decidido acometer la individualización, para que cada vecino pague por la calefacción y agua caliente que consume.

En este tipo de instalaciones la primera opción es tratar de instalar los contadores fuera de las viviendas, en un lugar al que se pueda acceder sin molestar a los vecinos, como un rellano. Sin embargo, en las instalaciones más antiguas esta opción no suele ser viable y hay que colocar el contador en la vivienda.

Afortunadamente, como hemos señalado antes, gracias al sistema de radiofrecuencia, no es necesario entrar físicamente en las casas para realizar la lectura. Los técnicos solo tendrían que acceder a las viviendas en caso de que haya un error en el contador o que este envíe alguna alarma que alerte de un mal funcionamiento.

Se evita el derroche energético

Una vez realizada la lectura de contadores por parte de nuestro personal técnico, Remica descarga esos datos y, en función de los consumos de cada usuario, se emiten las facturas.

Se han configurado una serie de algoritmos matemáticos capaces de detectar anomalías en las lecturas. De ese modo somos capaces de determinar si se están produciendo errores de funcionamiento, si las lecturas no se han realizado correctamente, o si se está consumiendo más energía de la necesaria, lo que nos permite actuar contra el derroche energético.

 Algunas cifras interesantes

Según el Estudio de la Implantación de Sistemas de Repartidores de Costes de Calefacción en Edificios  elaborado por la Universidad de Alcalá se estima que se puede ahorrar un 24,9% de calefacción en aquellas viviendas con calefacción central y contadores individualizados. Es decir, que el ahorro medio podría ser de 224 euros anuales por hogar.

La incorporación de contadores individuales que permitan medir cuál es el consumo diario de calefacción hace que los usuarios sean más conscientes de cuál es su gasto energético. Se trata de un aspecto positivo tanto para las personas, que tienden a adoptar hábitos que les permitan ahorrar en su factura energética, como para el medio ambiente, ya que realizando un consumo energético más responsable se evitan las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.

“De acuerdo con los datos de consumo energético en España en calefacción, se estima que la medida evitaría la emisión de hasta 2,4 millones de toneladas de dióxido de carbono al año”, explican desde la Asociación Española de Repartidores de Costes de Calefacción (AERCCA).

En cuanto al ahorro económico que suponen los repartidores de costes, Ignacio Abati, presidente de AERCCA, señala que “tanto si se compran como si se alquilan los repartidores la inversión se amortiza en menos de dos años”.