La motivación y liderazgo vienen acompañados de discursos que marcaron la diferencia. Si buscamos en nuestros recuerdos del colegio, la universidad o incluso en nuestra familia, los grandes momentos vienen acompañados de un gran discurso, un buen orador. En nuestra vida pueden haber pasado más de una veintena de profesores, pero solo aquellos que sabían comunicar y transmitir un mensaje claro, son los que han quedado en nuestra memoria junto con su discurso.
Existen grandes discursos que han pasado a la historia, y para conseguir ese paso, muchos elementos deben estar en consonancia, un buen orador, un buen mensaje, un clima adecuado, un público receptivo.
Personas que han conseguido el éxito en su vida profesional y han revolucionado la manera de hacer las cosas se convierten en líderes, y acompañado de un buen discurso se convierten en un ejemplo motivador perfecto.
A continuación te traemos cuatro discursos motivacionales donde se refleja la calidad del orador y la importancia del mensaje que transmite cada uno de ellos.
Steve Jobs y su discurso en la Universidad de Stanford.
Un 12 de junio de 2005 en la Universidad de Stanford se celebraba la fiesta de graduación de los estudiantes. Un Steve Jobs característico con sus gafas metálicas pronunció unas palabras que han conseguido más de veinticuatro millones de reproducciones en Youtube ¿cómo? Gracias a su carga emocional. Quince minutos en los que el fundador de Apple transmitió a los allí presentes la importancia de luchar por sus sueños. Su célebre frase “si tú no trabajas por tus sueños, alguien te contratará para que trabajes por los suyos” resume la importancia de tener pasión por el trabajo que uno realiza diariamente, de estar motivado. Los trabajadores motivados son el motor que consigue que las empresas crezcan y evolucionen.
Jack Yun Ma, fundador de Alibaba.com, entrevista en Asia.
Actualmente el Grupo Alibaba es una de las empresas más lucrativas de Internet y una de las más cotizadas a nivel mundial. En esta entrevista el empresario explica las claves para conseguir el éxito y los pasos que debe seguir cada persona en función de la etapa de la vida en la que se encuentre. Según Yun Ma antes de los veinte uno debe ser buen estudiante y trabajar un poco para conseguir experiencia, de los veinte a los treinta conseguir un jefe que te pueda enseñar cosas diferentes e importantes. Hasta los cuarenta debes pensar cuándo trabajas para ti, si realmente quieres emprender. De los cuarenta a los cincuenta debes dedicarte a aquello en lo eres bueno. Finalmente cuando llegas a los cincuenta trabaja para los jóvenes, invierte en ellos. Una vez has llegado a los sesenta, usa el tiempo para ti, viaja, conoce y relájate. Su discurso basado en su propia experiencia genera credibilidad y la idea de que llegar al éxito profesional ‘es posible’. La motivación nace de historias reales, de esta manera el público tiende a identificarse.
Daniel Pink y su discurso sobre la sorprendente ciencia de la motivación.
Escritor especializado en negocios y trabajo, Daniel Pink intervino en 2009 en una de las famosas charlas TED, donde explicó las claves de la motivación y cómo debe utilizarse en los trabajadores. Su discurso tiene más de cinco millones de visualizaciones. En él Daniel señala como muchas veces las empresas intentan motivar a los empleados ofreciendo una recompensa en función del tiempo que han tardado en realizar una tarea. La ciencia revela que convertir un trabajo en una competición provoca lentitud y falta de visión de la solución al problema. A veces la solución está en la periferia y las recompensas lo que consiguen es estrechar nuestra visión y concentrar el pensamiento. El sistema de motivación evoluciona al igual que lo hace la sociedad, por eso “el nuevo sistema operativo para las empresas gira entorno a tres elementos. Autonomía o el impulso de guiar nuestras propias vidas. Maestría o el deseo de ser mejores y mejores en algo que importa. Y Propósito o la intención de hacer lo que hacemos al servicio de algo más grande que nosotros”.
Leonardo Di Caprio en la película ‘El lobo de Wall Street’.
En una escena de la película donde el personaje Jordan Belfort (Di Caprio) se encuentra ante todo su equipo, coge un micrófono y les da un speech sobre cómo deben realizar una venta telefónica para que sus clientes compren acciones. En él trata a sus empleados como vencedores y les traslada un mensaje claro y eficaz: si trabajan conseguirán tener más dinero y optar a una vida mejor. Un jefe que comparte y transmite su motivación personal consigue que sus trabajadores se identifiquen con él y alcancen ese grado de estimulación. La motivación tiene que compartirse entre todas las personas que componen una empresa.