En cumplimiento de la normativa de eficiencia energética dictada por la Unión Europea, el pasado 1 de septiembre de 2016 entró en vigor la prohibición europea de comercializar focos halógenos para iluminación (Reglamentos de la UE 244/2009 y 1194/2012 sobre lámparas).
Esto significa que los fabricantes tienen prohibido aceptar más pedidos a partir del 1 de septiembre, aunque las unidades existentes podrán seguir comercializándose hasta que se agoten. Las bombillas halógenas (las que no son focos) podrán seguir vendiéndose hasta 2018.
Desde la web de la Organización de Consumidores Usuarios (OCU) explican que, “lo que se pretende con esta medida es que los consumidores cambien a focos con tecnología LED, capaces de sustituir a los halógenos en términos de calidad, eficiencia energética y durabilidad”.
¿Cuál es la opinión de los fabricantes sobre esta normativa de eficiencia energética?
Desde la Asociación Española de Fabricantes de Iluminación (ANFALUM) destacan que, según sus datos, las ventas de lámparas halógenas es menos del 10% del total. Por ello, prevén una correcta eliminación de las mismas en los plazos previstos por la normativa de la Comisión Europea.
También advierten de que la sociedad, las Administraciones y el tejido empresarial deberán adaptarse a estas normativas de eficiencia energética y, aunque sí se podrán seguir vendiendo las unidades que se encuentren en stock, deben tener en cuenta que dichas unidades “que no van a ser eternas”.
“Los almacenistas y grandes superficies han de tener en cuenta el fin último de esta normativa, que no es otro que introducir poco a poco en el mercado las nuevas tecnologías de la iluminación, dejando atrás la vieja tecnología, mucho menos eficiente”, explica Alfredo Berges, director general de ANFALUM.
Berges se muestra orgulloso de la buena comunicación que han tenido los fabricantes con sus clientes, por haber sabido trasladar correctamente la información sobre la normativa de eficiencia energética en lo que respecta a la iluminación, y cómo ha evolucionado.
De ahí que, según datos proporcionados por los principales fabricantes adheridos a ANFALUM, el porcentaje sobre las ventas totales de lámparas que suponen las halógenas no llegan a un 10 por ciento del mercado.
Moratoria hasta 2018
El pasado 17 de abril de 2015, el Comité de reglamentación de Lighting Europe (federación europea de asociaciones a la que pertenece ANFALUM como único miembro español) negoció con la Comisión Europea una moratoria; a favor de retrasar la eliminación en cada país, para las lámparas y focos halógenos no direccionales y de pequeñas potencias que hasta ahora no se hubieran eliminado, hasta 2018.
Los fabricantes consideran este tiempo adicional muy útil para asegurar que la transición a otras tecnologías de iluminación más eficientes se realiza sin problemas.
“Si bien 2020 sería la fecha ideal para la eliminación gradual de la producción nacional de halógenos, 2018 es un compromiso aceptable”, señala Diederik de Stoppelaar, secretario general de LigtingEurope, quien destaca que desde hace años la industria apoya fuertemente el cambio a las soluciones de iluminación más eficientes.
“De lo que los consumidores deben darse cuenta es de que el desarrollo de tecnologías alternativas lleva su tiempo para ser realizado en buenas condiciones y que pueda estar disponible en el mercado”, explica.
¿Qué repercusiones tiene esta normativa de eficiencia energética?
- Según establece la normativa europea, a partir del 1 de noviembre no se podrán vender los halógenos con menos eficiencia energética. Sin embargo, desde ANFALUM destacan que sí se podrán seguir vendiendo los que se encuentren en stock.
- En septiembre de 2018 entrará en vigor la prohibición de comercializar casi toda la iluminación halógena. Existe un precedente: en septiembre de 2012 la UE ya vetó la comercialización de bombillas incandescentes.
- Con esta medida, la Unión Europea pretende favorecer la utilización de sistemas de iluminación más eficientes por su calidad, eficiencia energética y durabilidad frente a la tecnología halógena.
Iluminación más eficiente
Si ya no se comercializan lámparas halógenas, ¿qué tipo de bombillas pueden instalar los consumidores en sus hogares? Tal y como recoge la OCU en su web:
- Bombillas LED: presentan la ventaja de ser más duraderas y de consumir menos energía. Tardan poco en proporcionar toda la intensidad lumínica de la que son capaces y, aunque su precio es más elevado, su eficiencia energética hace que la inversión realizada se amortice. Por otro lado, desde la OCU también aseveran que son más contaminantes en su fabricación y no reproducen de manera fiel el color.
- Bombillas FLUORESCENTES. También son energéticamente eficientes, aunque no tanto como los LED. Entre sus contrapartidas, la OCU destaca en que tardan en llegar a su máxima potencia y que se pueden deteriorar sobre todo si se encienden y apagan a menudo.