Sólo un 0,1% de los hogares con certificado energético tiene una calificación A. Esto quiere decir sólo una mínima parte de los inmuebles de nuestro país son altamente eficientes. Sin embargo, el vivir en una casa eficiente cuenta con numerosos beneficios: facturas energéticas más bajas, valor de inmueble más alto y contribuir a un entorno más sostenible para todos.
Además, se había incluido en la Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) una reducción del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) hasta del 20% para los edificios con mejor certificación energética, aunque finalmente se eliminó de la redacción final de la norma. Sin embargo, fuentes del sector, citadas por El Economista, aseguran que la rebaja «se hará más adelante».
La enmienda establecía la posibilidad de rebajar el IBI un 20% a los edificios con un certificado energético tipo A, un 16% al tipo B, un 12% al tipo C, un 8% al tipo D y un 4% al tipo E. Los tipos menos eficientes, F y G, así como los inmuebles sin certificar, no obtenían rebaja alguna.
Desde el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (Idae),dependiente del Ministerio de Industria, reconocían en declaraciones a El Mundo que la tributación representa «una herramienta óptima» para potenciar la eficiencia, pero puntualizan que impulsar una medida en este sentido no es sencillo. «La fiscalidad que recae sobre una vivienda es competencia de tres administraciones (estatal, autonómica y local), por lo que cada una sólo puede actuar sobre una parte», aseguran.
Con rebaja o sin ella, vivir en una casa eficiente cuenta con numerosas ventajas tanto para el bolsillo, como para alcanzar el confort y respetar el entorno.
¿Es eficiente mi vivienda?
Normalmente, las comunidades de propietarios que deciden renovar sus instalaciones térmicas toman esta decisión motivados por el hecho de que éstas han llegado al final de su vida útil. Ante esta situación, optan por una instalación térmica eficiente, que les permita reducir el consumo de energía y por tanto, ahorrar en su factura. Sin embargo, este cambio no sólo debería llevarse a cabo por la “imposición” de las circunstancias sino porque existe una conciencia real en torno a los grandes beneficios que reporta mejorar la eficiencia energética de las instalaciones.
Para saber si nuestra vivienda es o no eficiente podemos contactar con una empresa de servicios energéticos que realice una auditoría energética de nuestro edificio y nos oriente a la hora de tomar medidas para solventar los posibles derroches de energía que estemos llevando a cabo. Así, las ESEs determinan qué fuentes de energía y equipos deben instalarse en función de las características de cada comunidad de propietarios y se ocupan del mantenimiento y la gestión de las instalaciones, de modo que los usuarios puedan disfrutar del mayor confort con el mínimo consumo energético posible.
Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, IDAE, en el sector residencial el gasto energético en calefacción y agua caliente sanitaria supone más del 60% del total. Este elevadísimo consumo viene originado principalmente por la obsolescencia de las instalaciones existentes (envejecimiento y tecnología ya en desuso), por la falta de regulación de temperatura por parte de los usuarios, aislamientos precarios o inexistentes, etc.
La forma de medir de manera objetiva el consumo de los edificios es el certificado de eficiencia energética. En junio de 2013 entró en vigor una nueva normativa que exigía estar en disposición de este certificado para vender o alquilar un inmueble. Éste sirve para determinar la eficiencia de una vivienda que viene evaluada en una escala que va desde la letra A (muy eficiente), a la letra G (poco eficiente).
A mediados de año el Ministerio de Industria publicaba una serie de datos en relación al certificado: de entre un millón de viviendas analizadas, el 84% presentaba una calificación energética negativa.
Es decir, ocho de cada diez edificios obtenía una calificación de entre D y G en consumo y emisiones. Según el informe de Industria, en España se habían realizado hasta el pasado mes de diciembre un total de 1,14 millones de exámenes energéticos, la inmensa mayoría sobre viviendas antiguas construidas antes de que entrara en vigor el nuevo código técnico. Pero el problema también se da entre las nuevas viviendas: de los 13.145 edificios nuevos evaluados, un 42% logra una calificación E o inferior y un 33% logra un aprobado raspado al obtener un rango D.
Eficiencia energética en el hogar: concienciar a las personas también es importante
Además de la rehabilitación energética de los inmuebles, para mejorar la eficiencia energética en el hogar también es fundamental la colaboración de las personas. Lograr concienciar a la población sobre la importancia de adoptar hábitos sostenibles es un elemento clave para terminar con el derroche energético.
El Instituto para al Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE) ha publicado una Guía de la Energía (disponible online en www.guiadelaenergia.idae.es ). Un instrumento didáctico para que los ciudadanos adquieran información relevante sobre el Ahorro y la Eficiencia energética en todas sus formas.
¿Para qué sirve mejorar la eficiencia energética?
Mejorar la eficiencia energética de una instalación cuenta con numerosas ventajas. Así, en el caso de comunidades de propietarios que han renovado las instalaciones térmicas con Remica y han contratado la gestión energética, los ahorros han llegado a ser superiores al 40% con respecto a la situación anterior, lo que en la mayoría de los casos supone un ahorro anual de miles de euros. Esta reducción de la factura está certificada además por una entidad de control independiente, TÜV Rheinland, que realiza una auditoría tanto de los ahorros como de la reducción en emisiones de CO2 que ha conseguido la comunidad.
Asimismo, la eficiencia energética puede suponer también el acceso a una financiación más atractiva a la hora de comprar una vivienda. Un ejemplo de ello, es la hipoteca lanzada por Triodos Bank que comercializa la primera hipoteca con un menor tipo de interés cuanto más sostenible sea la vivienda. Dicha ecohipoteca parte de un Euribor +1,35% si la vivienda es A+. El diferencial sube al 1,38% si tiene etiqueta A, al 1,41% en el caso de ser B y al 1,44% en los pisos C. La escalada del tipo llega hasta un máximo del 1,56%.
En el caso contrario, querer vender el inmueble, los expertos aseguran que invertir en mejorar la eficiencia energética de un edificio residencial hace que éste sea más atractivo para los compradores, y que por tanto estén dispuestos a pagar un precio más alto. Así, la Asociación de Empresas de Servicios Energéticos, calcula la cifra de revalorización de la vivienda eficiente hasta un 20%.
Sin embargo, tal y como asegura la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) existe cierto desconocimiento sobre la importancia de la sostenibilidad en las viviendas. «Debería ser un criterio tan importante como los equipamientos y entendemos que la Administración tendría que hacer un mayor esfuerzo en la difusión de sus ventajas. Fomentar el ahorro y la eficiencia en los hogares tendría que ser uno de los ejes de la política energética”.
Aprovecha ahora para conseguir que tu hogar sea más eficiente
Remica Servicios Energéticos ofrece una solución completa para las instalaciones de calefacción, que abarca desde el estudio y optimización de los equipos actuales hasta su renovación y sustitución por tecnologías más eficientes. En la Comunidad de Madrid aún existen 8.000 edificios que cuentan con sistemas de calefacción centrales que funcionan con carbón o gasóleo. Este tipo de calderas no sólo están repercutiendo de manera muy negativa en la calidad del aire de la ciudad, sino que también suponen para los usuarios una factura más elevada de la que recibirían si utilizaran una energía más limpia, como el gas natural o la biomasa.
Remica recomienda este tipo de combustibles porque permiten usar tecnologías de condensación, con lo cual se aumenta el rendimiento de las calderas, lo que se traduce en una necesidad menor de energía y un mayor ahorro.
Además, otro elemento que puede ayudar a tu comunidad a reducir el consumo energético es el aislamiento térmico de la envolvente del edificio. Los problemas derivados de éste pueden provocar el enfriamiento rápido del edificio en invierno y una elevada demanda energética por la refrigeración en verano. Nuestros profesionales te ayudarán a identificar los puntos donde se generan las pérdidas térmicas: muros, ventanas, tuberías y conductos, chimeneas, etc. y a evaluar las mejores soluciones técnicas que pongan fin a esos problemas.
¿Por qué posponer estas intervenciones? ¿Temes quedarte sin servicio? ¡No es problema! En Remica hemos desarrollado una metodología que nos permite realizar los trabajos en paralelo, manteniendo la prestación de calefacción y agua caliente sanitaria en tu vivienda. Además, si llevas a cabo la intervención antes del 31 de abril de 2016 podrás beneficiarte de hasta el 10% en la aplicación de Medidas de Eficiencia Energética (MAEs).
Si deseas más información sobre cómo mejorar la eficiencia energética del edificio, puedes escribirnos a remica@remica.es o llamarnos al 91 396 03 00 y un consultor energético se pondrá en contacto contigo para estudiar tu caso.